El Govern de la Generalitat exigirá a Pedro Sánchez el derecho a la autodeterminación y el "fin de la represión". Así lo han consensuado las formaciones y entidades independentistas en la cumbre convocada por el president Quim Torra para determinar la posición del Ejecutivo catalán de cara a las negociaciones con el Gobierno central.

Un encuentro en el que los partidos independentistas han exhibido sus diferencias estratégicas y solo han alcanzado un mínimo consenso en que el Govern debe ir a la mesa negociadora con Sánchez a defender la autodeterminación y el "fin de la represión"

La cumbre independentista había sido convocada por Torra para perfilar, de manera consensuada, la posición del Govern de cara a la apertura de negociaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez en busca de una solución política para el conflicto catalán. Sin embargo, en ella se ha constatado el "escepticismo" de la CUP y la ANC y la "cautela" con la que Junts per Cat afronta este diálogo, previsto en el acuerdo de investidura alcanzado por el PSOE y ERC.

En la reunión, presidida por Torra, han estado presentes el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, y representantes de los partidos y entidades independentistas: Marta Vilalta y Josep Maria Jové, de ERC; Elsa Artadi y Albert Batet, de JxCat; Carles Riera y Maria Rovira, de la CUP; Marcel Mauri y Jordi Bosch, de Òmnium Cultural; y Josep Cruanyes y Arià Bayé de la ANC. También ha participado, por videoconferencia, el eurodiputado Toni Comín.

Pese a que del encuentro no se ha salido con ningún documento pactado, Budó ha explicado posteriormente que Torra ha recibido el "apoyo" de partidos y entidades para reclamar ante Sánchez el derecho a la autodeterminación y el "fin de la represión", cuestiones que han concitado el "consenso" de los asistentes.

Budó ha explicado que la idea es "dar continuidad" a esta mesa de diálogo entre partidos y entidades independentistas, que en próximos encuentros deberán intentar consensuar también el "contenido", las "condiciones" y las "garantías" que debe tener la mesa de gobiernos.

Disparidades estratégicas entre el independentismo

No obstante, las comparecencias de los asistentes a la reunión han revelado las divergencias estratégicas entre ellos, con propuestas diversas que el Govern "analizará". El más contundente a la hora de mostrar su "máximo escepticismo" ante la mesa de negociación con el Gobierno español ha sido Carles Riera, que ha avisado de que la CUP será "rotundamente beligerante" si el diálogo entre ejecutivos se ciñe a "marcos de naturaleza autonomista".

En este sentido, ha indicado que la CUP apuesta por la "movilización" y la "desobediencia civil e institucional" para "forzar" al Estado a una negociación efectiva sobre autodeterminación y amnistía y ha dejado en el aire la continuidad de la CUP en esta mesa independentista.

Un tono más optimista ha utilizado la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que ha puesto en valor la mesa de negociación entre gobiernos acordada por los republicanos y el PSOE y que puede servir para "acercar" una "solución democrática" al conflicto catalán.

En cambio, desde JxCat, Elsa Artadi se ha mostrado más cautelosa y "prudente" con respecto a los resultados que pueden cosecharse. Artadi ha negado que lo acordado entre PSOE y ERC represente un "avance" hacia la resolución del conflicto y ha recalcado que esta negociación con el Gobierno español no debe servir para "perder el tiempo", ni para abordar "solo temas antirrepresivos", ni para alimentar una "falsa" imagen dialogante de Sánchez.