Todas las portadas se quedan pequeñas para recoger la grandeza de Adolfo Suárez. Mito, forjador, símbolo, el que cambió, el hombre, pero ante todo destacan que hizo posible la democracia. "Aquello fue realmente épico", afirmaba José Luis Rodríguez Zapatero en 'Al Rojo Vivo'.
Los que han vivido en la Moncloa, lo saben. Zapatero recuerda los consejos que le dio mientras se tomaba fotografías con él. Dice, que lo justo ahora es reconocer su labor. "Es muy importante la crítica y el reconocimiento. No la sumisión ni la alabanza tonta. El reconocimiento", pide Zapatero.
José María Aznar también asegura que intentó seguir el ejemplo de Suárez. "Adolfo Suárez fue un actor imprescindible en lo que significa toda la arquitectura y el diseño de la transición democrática", afirma el expresidente popular.
Discrepancias tuvo Suárez con Felipe González. Pero hoy el que fue su adversario dice su amistad superaba cualquier desavenencia. "Nosotros llegábamos a pactar hasta en los momentos más tensos", explicaba Felipe González en 'Al Rojo Vivo'.
Hoy todos han querido ver si la obra de Suárez encaja en nuestros días. Hay quien dice que no hay que tocarla. "Haríamos muy bien en no poner en cuestión los pilares esenciales de la transición democrática", reflexiona Aznar. A Rajoy le sirve de guía pero Felipe González, discrepa de nuevo, y dice que hay que renovarla. "No se puede petrificar porque no son las tablas de la ley. Son un marco de convivencia y las reglas de la convivencia, tanto interna como internacionales cambian" asevera el expresidente socialista.
Suárez acapara hoy hasta las entrevistas y tiras de humor. Peridis, lo sube al cielo, desde donde San Pedro le recuerda que allí ya hay poco que arreglar. Si en algo todos coinciden es en que nos deja un buen hombre.