Problemas en Moncloa... y Ferraz

El Gobierno rescata la Kitchen para hablar de "guerra sucia de la derecha" y no del silencio de Sánchez ante el 'caso Leire'

El contexto Pese al espectáculo de este miércoles con la aparición de Aldama en la rueda de prensa de Díez, desde el Moncloa las respuestas siguen siendo evasivas con señalamientos al PP, pero no tanto a sus problemas.

El ministro de Transformación Digital y líder del PSOE madrileño, Óscar López, en una imagen de archivo.El ministro de Transformación Digital y líder del PSOE madrileño, Óscar López, en una imagen de archivo.Juan Carlos Hidalgo - EFE
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Ni del silencio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni reacciones concretas al espectáculo de este miércoles durante la rueda de prensa de la presunta fontanera del PSOE, Leire Díez, con la aparición del comisionista del 'caso Koldo', Víctor de Aldama. Son las respuestas que llegan desde Moncloa que no duda en rescatar la 'operación Kitchen' para hablar de una situación cada vez más incómoda para Ferraz.

Una situación que el ministro Óscar López no ha dudado en achacar a "una estrategia premeditada por parte de la derecha de montar un ruido ensordecedor", así como a una "evidente guerra sucia contra el Gobierno de España" que define como "coletazos" de la trama que llevó a cabo el Ejecutivo del Partido Popular (PP) entre 2013 y 2015.

Una operación judicializada sobre la que el socialista ha recordado consistió en "una campaña orquestada desde un Gobierno con los medios del Estado contra sus rivales políticos". Maniobras que ahora, asegura, se han trasladado a la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso a la que ha acusado de financiar una "Kitchen dos".

Respuestas evasivas que se reiteran ante la insistencia de los periodistas, ante los que se limita a subrayar que estas actuaciones desde la derecha no "caen del cielo" ni tampoco corresponden a "una casualidad", por lo que se presentan con una "intencionalidad" de "enfangar toda la vida política y hacer un clima irrespirable". Incluso, plantea que quizás el objetivo es el de "alejar a la gente de la política" mediante "el no a todo y el enfangarlo todo".

"Serenidad" ante ¿incomodidad?

Si bien pide "serenidad" y "tranquilidad", sus respuestas evasivas apuntando hacia otro lado demuestran lo contrario. De hecho, en el único momento que parece hacer referencia concreta al 'caso Leire' es cuando trata de justificar el silencio del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Entonces, se limita a destacar que "esta persona ya no forma parte" de la formación, para a renglón seguido volver a asegurar que esta situación responde a "una campaña de filtraciones de informaciones raras" con "personajes" como Víctor de Aldama. Término del que también se sirvió Sánchez en su día para referirse comisionista.

De esta manera, y ante un PP al que acusa de seguir "instalado en la Kitchen", el ministro muestra sus deseos de que "todo esto sirva para que todo lo que tenga que salir a la luz" lo haga: "Ojalá sirva para que se arroje luz sobre todas las cloacas y sobre todas las campañas filtraciones que se montan en un intento desesperado de acabar con un Gobierno" mediante el "modus operandi" que se mantiene "con filtraciones todos los días para tratar de monopolizar la discusión pública" sin "alternativas" de la oposición.

Ferraz, en problemas

Por otro lado, López sigue instalado en negar haber difundido los mensajes tergiversados de un exmiembro de la UCO, ahora en el Ejecutivo de Ayuso, en los que parecía que planteaba la instalación de "una bomba lapa en los bajos" del coche de Sánchez, siendo que temía que se le pusieran a él. En ese sentido, el ahora también líder del socialismo madrileño asegura que él exigió "el cese de un responsable público que se expresa en esos términos" en "cientos de mensajes" que considera "insoportables" y de cárcel sin olvidar subrayar que "la Kitchen".

Y si fuera poca la tensión en Ferraz, su barón en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha apostado por celebrar unas elecciones generales previas a las autonómicas, con el fin de que la política nacional no afecte a la regional. En este caso al menos parece que López se moja algo más a la hora de admitir que discrepa de su compañero de filas, aunque eso sí, "con toda honestidad, con toda tranquilidad y con toda la lealtad". A ojos de López "eso es, precisamente, lo que busca la derecha, un ruido ensordecedor"