El Gobierno ha decidido continuar con el aplazamiento de todas las pruebas selectivas presenciales y que tengan una concurrencia masiva por el tiempo que resulte "imprescindible", aunque ha garantizado la continuidad de la actividad pese a la crisis sanitaria y económica desatada por el coronavirus.

Así lo ha trasladado la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, durante una comisión en el Congreso de los Diputados, donde ha informado de todas actuaciones llevadas a cabo por su Departamento durante los últimos dos meses de estado de alarma. "Se pospone la celebración de pruebas selectivas presenciales y de concurrencia masiva por el tiempo que resulte imprescindible, aunque se garantiza la continuidad de los procesos", ha informado la ministra al resto de representantes de partidos políticos presentes en el Congreso.

Una vez finalice la suspensión de los plazos administrativos, los procesos se podrán retomar

No obstante, Darias ha avanzado que, en cuanto finalice la suspensión de los plazos administrativos decretada por la situación de estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus entre la población, los procesos selectivos se podrán tramitar con carácter ordinario.

Mientras tanto, durante estos dos últimos meses, todas las unidades del Ministerio han mantenido su trabajo de manera ordinaria, tanto de forma presencial y no presencial, y han adoptado nuevos mecanismos para reuniones y nuevos ámbitos de trabajo, con celebración de videoconferencias, la flexibilización de horarios o anticipando medidas que formaban parte del itinerario de la legislatura y que se mantendrán de forma permanente.

En concreto, la ministra ha señalado un conjunto de más 60 medidas que han tenido como objetivo el "salvar vidas, proteger la salud de las personas y garantizar el funcionamiento de los servicios públicos". Según los datos aportados por la titular de Función Pública, actualmente hay cerca de 50.000 efectivos en la en la Administración General del Estado (AGE) prestando servicios de manera presencial, más de 110.000 trabajando de forma no presencial y poco más de 3.000 se encuentran en aislamiento, lo que supone un 27,7%, 62,18% y 1,76%, respectivamente, sobre el total de la plantilla.