Las tensiones en el Gobierno se limarán en una reunión de la comisión de seguimiento de la coalición que podría producirse esta misma semana. La convocatoria, a petición de Podemos, aún no está cerrada, pero evidencia la necesidad del Ejecutivo de coalición de limar sus asperezas internas tras la cumbre de la OTAN. No obstante, desde ambas partes transmiten el interés por continuar trabajando juntos. "Es un Gobierno estable y fuerte", ha remarcado el ministro Fernando Grande-Marlaska, mientras la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que van a seguir gobernando en coalición.

Aun así, las discrepancias son evidentes. "La coalición es un éxito de la izquierda, quien más la ha peleado ha sido Podemos. Todas las propuestas más destacables de este Gobierno, la ley Trans, la prohibición de los desahucios, la subida del SMI... son medidas que ha impulsado Unidas Podemos", ha aseverado la secretaria general de la formación morada, Ione Belarra, en una entrevista en TVE en la que ha vuelto a situarse frente a la decisión del presidente.

En este sentido, Belarra ha reutilizado el argumento que expuso en una comparecencia pública el pasado lunes en la que remarcó que "España no está en guerra, sino que está sufriendo las consecuencias sociales y económicas de una guerra en Europa", destacando que "sería mucho mejor destinar el aumento de la inversión a servicios públicos y no a gasto militar".

Asimismo, ha reiterado que España tiene "suficiente gasto militar" y ha asegurado que "no es real" que tan solo invierta el 1,01% de su PIB como apuntan los datos oficiales de 2021: "Durante el año hay muchos incrementos como el que vimos ayer en el Consejo de Ministros que no están contemplado en el PIB", ha remarcado.

Por su parte, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha negado una mala praxis por parte del PSOE y ha defendido que este asunto "ha pasado por los trámites habituales" y ha destacado que "no se está negociando nada": "Tenemos que asumir las consecuencias de la guerra. Las decisiones que toma España no son solo de España, sino del seno de la Alianza y la UE", ha aseverado.

El compromiso de Sánchez con Biden y el resto de líderes de la Alianza de aumentar la inversión en Defensa hasta duplicarla en 2029 ha provocado el rechazo de un sector del Gobierno que se ha agravado con la decisión del ala 'socialista' de firmar un cheque de 1.000 millones de euros para Defensa utilizando los fondos de contingencia para evitar el paso por el Congreso y las discrepancias anunciadas por sus socios de Gobierno.

El PSOE afirmaba haber consultado la medida con Podemos en la reunión de secretarios de Estado, pero la formación morada negaba este extremo y criticaba las formas de la formación del presidente. La vicepresidenta Yolanda Díaz recordaba la importancia "tanto del fondo como de las formas" en las decisiones políticas y aseguraba que este tipo de medidas tenían que tomarse con cierta cautela.

"Trabajo tiene un presupuesto de 30.000 millones de euros en los que se incluyen las prestaciones de desempleo, los ERTE, la formación...", comparaba tras recordar que el incremento hasta el 2% del PIB que prevé Sánchez para 2029 conllevará elevar el gasto militar hasta los 22.000 millones de euros.

En este sentido, descartaba la ruptura con sus socios, pero manifestaba sus discrepancias solicitando la reunión "urgente" de la comisión de seguimiento de la coalición para hacer frente a esta nueva brecha. Por su parte, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, señalaba que este encuentro es "habitual entre los partidos" gobernantes y que la valoran "en la normalidad de un Gobierno de coalición". "Cada vez que esta reunión se ha conformado hemos salido reforzados", espetaba.

Esta reunión sería la sexta desde el comienzo de la legislatura. La última se produjo en octubre de 2021 por las discrepancias por la contrarreforma laboral y la fórmula para diseñarla.

En ella se abordará el fondo del verdadero motivo de las discrepancias: la cesión de Sánchez ante Biden. El mandatario estadounidense puso sobre la mesa de la cumbre de la OTAN la necesidad de que las potencias europeas aumentaran hasta el 2% de su PIB el gasto en Defensa para hacer frenta a las nuevas amenazas que surgen desde la invasión rusa en Ucrania.

Un hecho al que el presidente, Pedro Sánchez, se comprometió públicamente tras la exitosa cumbre de Madrid y que, a pesar de que Unidas Podemos se opuso al mismo en un primer momento, posteriormente el presidente de su grupo parlamentario, Jaume Asens, destacó que Podemos no cuestiona la inversión en Defensa, sino "la supeditación de España a una potencia extranjera como Estados Unidos". Esta línea de Podemos alega así motivos diferentes a los de la propia secretaria general y ministra de Derechos Sociales, que aboga por destinar estos esfuerzos económicos a otros objetivos.