"Me arrepiento de haberlo dicho", dijo González al ser preguntado por esa cuestión en un coloquio celebrado en Berlín sobre el futuro de Europa, donde admitió el profundo malestar causado en el PSOE por una frase que pronunció en una entrevista concedida a un programa de laSexta.
Según el expresidente, en las transcripciones de la entrevista "desapareció" un matiz importante - la frase de que "no veo en el horizonte esa posibilidad"-. Él simplemente respondía a la cuestión teórica de si le parecía posible un gobierno de concentración, en circunstancias excepcionales o de emergencia.
"Si los partidos políticos son instrumentos al servicio de la sociedad y en un momento determinado la sociedad necesita concentrar fuerzas para conseguir objetivos, el razonamiento (de una gran concentración) es correcto", indicó.
El expresidente negó categóricamente que hubiera hablado de ello con la Zarzuela -"todavía no se me ha pasado por la cabeza hablar con la Casa Real"-, como se ha afirmado estos días en otro medio español. Tampoco consideró que entre las posibilidades teóricas de "emergencia" que pudieran aconsejar esa situación esté "el factor catalán".
El PSOE y el gobierno del PP mantienen posiciones "acordes" sobre el "espacio que compartimos y que se llama España", pero no respecto a la forma en cómo abordar la situación creada en torno al soberanismo catalán. "Los socialistas creen que hay que hablar y hablar. El gobierno cree que no es el momento de hablar", resumió.
Felipe González hizo estas declaraciones al término de la charla ofrecida en la Fundación Friedrich Ebert, cercana al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), donde recordó su amistad con los excancilleres Willy Brandt y Helmut Schmidt, de esa formación, así como con el cristianodemócrata Helmut Kohl.
"Se necesita más Europa y un nuevo pacto social", afirmó González, para quien el camino a adoptar por la UE es la "federalización de sus políticas", empezando por la económica y la fiscal. El expresidente del Gobierno español afirmó, asimismo, que se está produciendo una "crisis de gobernanza" en todas las democracias, no solo las europeas, y que tal situación es producto de la creciente desigualdad social.
González, que llegó a Berlín procedente de Sao Paulo, vía Madrid, aludió a las protestas que se están produciendo en todo Brasil a pocas semanas de la celebración del Campeonato Mundial de fútbol, y las relacionó con la creciente "percepción ciudadana" de esa desigualdad.
"Desde tiempos del presidente (brasileño) Lula (Da Silva) han salido de la marginalidad 40 millones de brasileños, no es cierto que haya crecido la pobreza. Lo que ha crecido es la desigualdad y los brasileños lo saben", apuntó. González completará su visita a Berlín con la participación, mañana, sábado, en un congreso regional del SPD, en Berlín, a una semana de la celebración de las elecciones europeas.