Futuro de la Comunitat Valenciana
Feijóo y Abascal se ven las caras entre ataques de Vox y con el relevo de Mazón en el aire
El contexto Los 'populares' no cuentan con la mayoría en Les Corts y necesitan de los votos de la formación de ultraderecha para investir a un nuevo president. De no lograr su apoyo, habrá elecciones.

Resumen IA supervisado
La situación política en la Comunitat Valenciana está en un momento crítico tras la dimisión de Carlos Mazón. Aunque el Partido Popular ganó las elecciones de abril de 2023, no tiene mayoría en Les Corts y depende de Vox para formar gobierno. La relación entre ambos partidos es tensa, especialmente después de que Mazón adoptara políticas de Vox en materia migratoria y LGTBI. Ahora, el PP busca un sucesor para Mazón, con Juanfran Pérez Llorca como posible candidato, pero necesita el apoyo de Vox. Si no logran un acuerdo, podrían convocarse nuevas elecciones. Santiago Abascal, líder de Vox, es clave para el futuro del PP valenciano.
* Resumen supervisado por periodistas.
El futuro de la Comunitat Valenciana sigue en el aire. Sigue así después de la dimisión de Carlos Mazón. Del adiós del president, de quien quedó señalado desde el día de la DANA y que, más de un año después de la tragedia que sesgó la vida de 229 personas, es ya pasado de la Generalitat. El mañana, mientras, depende de las negociaciones entre el PP y Vox.
Porque los populares, a pesar de ganar las elecciones de abril de 2023, no cuentan con la mayoría en Les Corts. Porque dependen de la formación de ultraderecha de Abascal. De la misma que les llevó al Gobierno valenciano y con la que, a pesar de salir del Ejecutivo de Mazón, han ido de la mano.
Con quien han pactado ya en alguna que otra materia. En materias en las que Mazón, en las que el por aquel entonces president, compró al completo el pack de la ultraderecha en materia de migratorio y negacionista de Vox, además de asumir su discurso en lo que a igualdad respecta. En las políticas LGTBI. Además, llegó a aceptar la caza como una actividad extraescolar más para niños y niñas.
Todo para aprobar unos presupuestos. Todo, para seguir en el poder. Ahora, sin él, Vox vuelve a ser decisivo para el futuro del Partido Popular de la Comunitat Valenciana. De momento, el ambiente está cuanto menos enrarecido.
Porque ambos han coincidido en un acto de 'OkDiario' en Madrid, en la plaza de toros de Las Ventas. A su llegada, Abascal le ha mandado un mensaje claro a Feijóo. Uno en el que ha expresado sus dudas con Génova.
"Con el PP yo no hago apuestas. Eso es jugar a una lotería muy arriesgada, es como una ruleta rusa", ha expresado el líder de Vox, el primero en llegar al evento.
Y ha proseguido en sus dudas con la formación 'popular': "Dicen unas cosas en un sitio y otras en otro. Nadie sabe si van a aceptar o no los mismos planteamientos. Es un misterio".
Ante eso, Feijóo, el líder del PP, ha preferido guardar silencio poniendo a los valencianos en primer lugar: "No tengo más comentarios que decir más que lo importante es el pueblo de Valencia. A partir de ahí cada uno tiene su propia opinión".
El reloj, en marcha
Pero el reloj ya se ha puesto en marcha. Se puso en el mismo instante en que Carlos Mazón presentó su dimisión. En ese instante, la maquinaria empezó a correr y un día más es un día menos que le queda al PP para llegar a un acuerdo con Vox. Para negociar con la formación de Abascal. Para encontrar a un candidato o candidata del agrado de la ultraderecha.
Entre los nombres posibles para tomar el relevo de Mazón está el de Juanfran Pérez Llorca, quien fuera número dos del president. Es la suya la figura más adecuada para una "transición" al no haber convocatoria electoral pero, claro está, necesita el visto bueno de Vox.
En caso de que ni él ni nadie lo tenga, o de no llegar ambas formaciones a un acuerdo para investir a otro president, los valencianos y las valencianas tendrán acudir a las urnas para, con sus votos, elegir nuevos diputados y diputadas para Les Corts.
Así pues, el reloj corre y Vox lo sabe. Vox sabe que el PP les necesita y que si quiere seguir en el poder al menos hasta 2027 y evitar así un adelanto electoral no les queda más que llegar a un acuerdo. Están obligados a ello porque no tienen mayoría en Les Corts. Todo queda, por tanto, en manos de Santiago Abascal.
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