La complejidad de la situación política ha centrado los discursos de los presidentes autonómicos. Desde un instituto, Feijóo carga contra los acuerdos de Gobierno con ERC y avanza que Galicia no se quedará inmóvil: "Mientras se priman acuerdos con fuerzas y líderes condenados y encarcelados, Galicia no permanece, ni permanecerá callada cuando la necesaria estabilidad de nuestra nación común se entrega como moneda de cambio", ha manifestado.

El popular Juanma Moreno también ha lanzado un dardo hacia el trato de los socialistas con Cataluña desde un pequeño pueblo de Huelva. "Me preocupa como andaluz y español que el futuro Gobierno de España otorgue privilegios a unos territorios por encima de otros", ha denunciado el presidente de la Junta de Andalucía.

Un mensaje compartido por socialistas como García-Page, aunque insisten en no sobrepasar los límites de la Constitución: "Que la libertad que podemos ejercer en España, como nunca en nuestra historia, tiene límites. Y esos límites, que son muy amplios y generosos, son los de la Constitución española", ha defendido el presidente de Castilla-La Mancha. Lambán, por su parte, pide la defensa a la "unidad como garantía de igualdad de derechos de todos los españoles, vivan en la región que vivan".

Una apuesta por aunar esfuerzos que también defiende el lehendakari Urkullu, y como símbolo lo hace al lado del árbol de Gernika. "La clave es hacer un esfuerzo por aunar, ampliar los puntos de encuentro desde el respeto", ha expresado. Los distintos presidentes también han pedido que haya mejoras en el sistema de financiación autonómica.