El altercado de tráfico llegó a los tribunales madrileños después de que la Policía Municipal remitiera el atestado policial sobre lo sucedido.

Ese día, la expresidenta de la Comunidad de Madrid se marchó con su coche tras supuestamente arrollar la moto de un agente que la había multado por aparcar en un carril bus de Gran Vía.

Los magistrados revisarán el recurso a puerta cerrada y votarán sobre el mismo, emitiendo un fallo al respecto. Si la causa se mantiene como un juicio de faltas, regresará al juzgado y señalará juicio. Si se acuerda que siga como un delito, se llamaría a Aguirre y a los testigos a declarar.

En el recurso, Transparencia y Justicia señalaba que "por los mismos hechos cualquier otro ciudadano normal hubiese acabado en el calabozo de una comisaría, con los grilletes en las muñecas, para ser inmediatamente citado de comparecencia para la celebración de juicio rápido".