Enfermeras y enfermeros de Madrid se hartan de la precariedad de sus puestos de trabajo. Pueden llegar a tener “entre 20 y 30 contratos al año” que pueden durar “meses, semanas o días sueltos”, nos cuentan.

Convocados por la plataforma Enfermería de Madrid Unida, se concentrarán todos los lunes, dos veces al día, cinco minutos, a las puertas de su trabajo. Se muestran “cansados”, “agotados” por la falta de derechos. “Necesitamos ser cuidados para cuidar”, denuncian.

Protestan por la que a su juicio es una carga de trabajo inasumible que la COVID-19 ha agravado. “En Urgencias somos un personal escaso para un número ilimitado de pacientes”, nos aseguran. En Madrid hay 670 enfermeros por cada 100.000 habitantes, por encima de la media española, pero lejos de los 868 de Navarra y los 754 del País Vasco.

De hecho en España hay 5,3 enfermeras por cada mil habitantes, mientras que la ratio en la Unión Europea es de casi 9. Sólo Chipre y Grecia están por debajo de nuestras cifras.

Con jornadas imposibles, reclaman trabajar 35 horas semanales, y piden a Madrid que reconozca las especialidades. “No es normal que un día trabaje en la UCI y al día siguiente en una planta de psiquiatría”, afirman. También demandan “bolsas de trabajo específicas”.

El sector alerta de que son muchos ya los que prefieren irse. En Madrid, actual epicentro de la pandemia, una enfermera cobra un 21% menos que otra en el País Vasco. 2.483 euros frente a 1.961. Por ello, también reclaman la equiparación salarial.