Si salimos a la calle y preguntamos a los ciudadanos cómo creen que nos está afectando anímicamente la situación que vivimos, obtendremos muchas respuestas. Entre las palabras más repetidas, 'preocupación' y 'ansiedad'. Esta situación es normal, según han explicado los profesionales. Sin embargo, ¿a partir de qué momento esos síntomas indican que debemos ponernos en manos de un especialista?

"Si empieza a condicionar de forma más o menos significativa su vida, lo primero es pedir ayuda psicológica", ha señalado Manuel Oliva, psicólogo clínico en el Center Psicología. Un estudio del sindicato CSIF revela que el 68% del personal sanitario afirma sufrir secuelas mentales derivadas de la pandemia. Es uno de los colectivos más vulnerables, pero existen otros y los casos irán en aumento.

Los ejemplo los pone Celso Arango, director del Departamento de salud Mental del Hospital Gregorio Marañón: "(Desde) personas ancianas con trastornos degenerativos y demencia […] hasta personas muy jóvenes, niños, con trastornos del neurodesarrollo, autismo…". Otro estudio de la fundación AXA indica que cuatro de cada cinco españoles sufre más estrés y el 14% de la población ya ha recurrido a un profesional.

Es la punta del iceberg de la temida 'cuarta ola', un aluvión de personas afectadas por problemas mentales para el que nuestro sistema sanitario también debe prepararse. "Esta pandemia, por su deriva económica y social, va a producir un aumento importante del número de casos de trastornos de ansiedad y afectivos, depresión y problemas de insomnio", ha explicado Arango.

Trastornos ante los que debemos aprender a enfrentarnos. "Es importante poder apoyarse en los demás, expresar emociones y vivencias", ha añadido Manuel Oliva. Porque España, en palabras de Arango, es "uno de los países con menor ratio de profesionales, tanto de psiquiatras como de psicólogos clínicos, por población dentro de la Unión Europea". Por eso, y como también recomienda la OMS, piden reforzarlo con más personal especializado.