La calma no ha durado ni diez segundos pasadas las 9 de la mañana en los colegios electorales, es superdomingo y superelectoral, sí.

Toca organizarse y ya lo dice el refrán, a quien madruga, Dios le ayuda. Los religiosos también han votado.

Muchos han salido temprano a la calle. "Tenemos que cumplir con esta obligación", ha dicho una mujer.

Por el buen tiempo, ha habido quien ha mezclado democracia y aperitivo.

Sin embargo, no todos los madrugadores se han levantado tan contentos. "A ver si España, de una puñetera vez, se arregla", ha apuntado un hombre.

Ni todos los madrugones han sido para votar. También ha habido quien después de pasar por la mesa electoral ha tenido que salir corriendo a coger un vuelo.

A pesar de que la última votación está reciente, ha habido más colores para elegir: municipales, autonómicas y europeas.

1.200.000 jóvenes están llamados a votar por primera vez. "Hace 15 días cumplí 18 años", ha explicado una joven. Además, ha añadido que "no se siente nada".

El votar ha sido sin prisa, pero sin pausa. Lo importante ha sido encestar en voto e ir a la mesa, hasta para quienes han sido vocales por sorpresa. "Estaba de suplente y me ha tocado presentarme", ha dicho

En Vigo, una mujer se ha caído al entrar al colegio electoral y le han permitido votar en la calle.

Un domingo especial en el que el teléfono de los políticos no descansa. A Revilla le han llamado mientras atendía a los periodistas. Las jornadas electorales siempre están llenas de anécdotas.