La moderadora, la periodista María Casado, ha llamado incluso la atención a la presidenta de la Junta y candidata socialista, Susana Díaz, a la que le ha pedido: "Escúcheme, por lo menos a mí", después de que interrumpiera en varias ocasiones al candidato popular, Juanma Moreno.

Díaz ha pedido entonces, tras señalar que entiende que "esto es un debate y no tres monólogos", que se le "computara" de su tiempo de intervención pero que no iba a permitir que se "mienta" sin contestar, a lo que Moreno, ha respondido reclamándole que se "serene" y "aprenda a escuchar", y ha confiado en que el pueblo andaluz le dé "una cura de humildad" el 22 de marzo.

La corrupción y el paro han vuelto a ser los ejes del segundo debate televisado de la campaña, en el que el candidato del PP ha propuesto que las fuerzas políticas que obtengan representación parlamentaria "refuercen" el Estatuto de Autonomía para eliminar el aforamiento de los diputados y que no tengan "ningún privilegio" porque él no tiene "ningún miedo".

En respuesta a esa iniciativa, Susana Díaz ha manifestado que lo comparte y ha recordado que fue el PP el que "rompió" ese acuerdo a nivel nacional "cuando IU, PSOE y más fuerzas pidieron a (Mariano) Rajoy que lo hiciera y no quiso".

Por su parte, Antonio Maíllo ha dicho a Moreno que esa propuesta "llega tarde" y ha referido que su formación "ha defendido siempre" que se eliminen los aforamientos, a nivel regional y nacional. Moreno ha reclamado a Díaz que "si quiere dar ejemplo lo haga con su comportamiento" y le ha afeado que en el último pleno tomara la decisión de "proteger a tres exconsejeros señalados por la justicia".

La candidata socialista ha acusado a Moreno de "mentir" cuando dice que todas las consejerías están siendo investigadas, a lo que ha agregado: "Si dice que las está investigando la UDEF está diciendo algo que los demás no sabemos, que es algo muy peligroso", tras lo que se ha referido a la situación que viven en Valencia, Baleares o Cataluña con la corrupción.

Maíllo ha cuestionado "cómo pueden tener tanta cara" en el debate con un "numerito" tras haber blindado la Cámara de Cuentas, y ha denunciado que entran en un "tiqui-taca, en una especie de Pimpinela", a lo que Díaz le ha respondido que dos meses atrás era IU quien hacía ese "tiqui-taca" con los socialistas.

En el bloque sobre economía y empleo, Moreno ha dicho que Susana Díaz, es "sin lugar a dudas, la presidenta del paro" y ésta ha acusado al Gobierno de "maltratar" a Andalucía, lo que el aspirante de IU, Antonio Maíllo, ha interpretado como "puñaladitas" entre los partidos mayoritarios.

Díaz se ha mostrado optimista y ha dicho que "lo mejor está por llegar" tras subrayar que Andalucía está creciendo por encima de la media de España y de la UE y que uno de cada cuatro empleos generados en 2014 se crearon en Andalucía.

Moreno ha recriminado a Díaz que Andalucía, pese a tener las mismas posibilidades de empleo que el resto de España, "se esté quedando descolgada", lo que ha achacado a la falta de "ambición" de los gobiernos socialistas y la "incapacidad" del bipartito PSOE-IU, mientras Maíllo ha exigido la creación de empleo estable y de calidad y, en materia de impuestos, ha criticado que PSOE y PP hayan entrado en una "especie de saldo" a ver quién los baja más.

En el último bloque, sobre políticas sociales, los candidatos de PSOE y PP se han acusado mutuamente de recortar las políticas sociales, mientras el candidato de IU ha prometido que su formación garantizará suministros vitales de luz y agua si llega al Gobierno.

En un debate muy crispado por momentos, Díaz ha prometido que si sigue siendo presidenta la sanidad "seguirá siendo pública" porque es "una joya" y ha acusado a Moreno de mentir sobre las listas de espera en Andalucía, mientras Moreno ha pedido a Díaz "hechos y no palabras" y le ha reprochado haber expulsado a 8.000 profesionales sanitarios y a 4.500 docentes.

Por su parte Maíllo ha acusado a PSOE y PP de la reforma del "nefasto" artículo 135 de la Constitución en el que "establecieron que las prioridades de las administraciones públicas era pagar a los bancos", por lo que les ha espetado que "ninguno tiene legitimidad para hablar de políticas sociales".