La describen como polifacética, vital, con un extraordinario carisma y una fiel defensora de la mujeres. Carmen Alborch ha fallecido a los 70 años después de dos luchando contra el cáncer.

Reconocida siempre como activista de la modernidad valenciana. Alborch fue decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia y directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno. Felipe González la fichó como ministra de Cultura en su última legislatura.

El pasado 9 de octubre asistía a su último acto público. Recibió la mayor condecoración valenciana: la Alta Distición de la Generalitat. Sin dejar su carácter desenfadado, volvió a defender sus ideas: "El feminismo debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, ha mejorado la calidad de vida de los ciudadanos y la ciudadanas".

La noticia ha conmocionado al PSOE. Susana Díaz y Pedro Sánchez han resaltado su lucha y pasión por la cultura. En el Congreso, el portavoz de Compromís Joan Baldoví ha tenido palabras para ella pero la voz del ministro Ábalos se ha roto al intentar pronunciar su nombre.

Sus restos permanecen en el tanatorio de Valencia y este jueves será incinerada.