Otro miércoles en el Congreso. Púgiles a sus esquinas, móviles en silencio y modulación de las sonrisas. Así empieza el combate un día más. "Le preguntamos qué más tiene que pasar en España para que convoque elecciones", le pregunta Pablo Casado a Pedro Sánchez. El líder del PP ataca por donde siempre, y el presidente del Gobierno le responde con otra petición.

"Yo solamente le pido una cosa: céntrese y recupere la moderación", le ha exigido el dirigente socialista. Sin embargo, Casado se vuelve a la derecha del ring para sugerirle a Rivera una jugada: "Señores de Ciudadanos, es momento de presentar una moción de censura a Torra". Un movimiento que sirva también para retratar a Sánchez.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno

"Podremos ver, señor Sánchez, con quién está usted. Si con los golpistas o con los constitucionalistas", le ha planteado el presidente del PP al jefe del Ejecutivo, quien también tiene sus más y sus menos con el PdeCAT. "Ahora mismo, ustedes desconfían, nosotros desconfiamos. Es evidente que hay una brecha", le ha espetado Sánchez a Carles Campuzano, portavoz del PdeCAT en el Congreso.

Aunque para brecha, la de la ministra de Justicia con la bancada popular. "Considera que todo ciudadano tiene la obligación de denunciar un delito del que tenga conocimiento", ha destacado el diputado popular Roberto Bermúdez de Castro. A ello ha respondido la propia Dolores Delgado. "Por supuesto que existe en la LECRIM la obligación de denunciarlo", ha dicho, con guiño incluido.

Dolores Delgado

Más tarde, ha optado por una maniobra todavía más arriesgada: "Yo no recuerdo a ninguno de ustedes denunciando al señor Bárcenas mientras les repartía sobres con dinero dentro". La intervención de Delgado ha terminado entre peticiones de dimisión. Para el PP, la titular de Justicia está ante un dilema.

"¿Hago como Maxim y Carmen? ¿O como Isabel, Josep y Pedro, que todavía me puedo agarrar un poco más a la silla?", ha planteado Javier Maroto, vicesecretario nacional de Organización del Partido Popular. Delgado se ha limitado a contestar: "Señor Maroto, esto no es el Club de la Comedia". Aunque más bien ha parecido el Club de la Lucha.