"Puedo confirmar que cualquier tasa o pago impuesto en la frontera de un Estado miembro sería ilegal bajo la legislación de la Unión Europea", señaló el portavoz comunitario Olivier Bailly, preguntado en una rueda de prensa por la tasa que España estudia establecer para el cruce de la Verja.
Fuentes comunitarias puntualizaron posteriormente que si bien un país no puede cobrar una tasa por la entrada a otro Estado miembro, sí cabría la posibilidad de establecer el cobro de un peaje por el uso de las carreteras que dan acceso a la frontera.
Según ha avanzado en varias entrevistas el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, la idea del Gobierno iría en esa línea, pues no se atendería al hecho de que se trate de un paso fronterizo, sino a la "ocupación de una vía pública congestionada".
En todo caso, el portavoz europeo subrayó hoy que la cuestión es "hipotética", pues por ahora las autoridades españolas no han tomado ninguna medida. Por ello no quiso entrar en más detalles y señaló que Bruselas sólo se posicionará de forma concreta si hay decisiones oficiales.
"Se trate de una tasa a la entrada por carretera en Gibraltar o toda otra medida en las aguas territoriales, no tenemos una posición en este momento, porque estas medidas no son medidas decididas oficialmente por las autoridades españolas", dijo Bailly.
El portavoz confirmó que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, tenía previsto conversar alrededor de las 12.15 (10.15 GMT) con el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, sobre la cuestión de Gibraltar, una llamada sobre la que aún no disponía de detalles.
En la charla, en línea con la que mantuvo el pasado viernes con el primer ministro británico, David Cameron, Barroso tenía previsto pedir el respeto de las normas comunitarias y llamar al diálogo entre Madrid y Londres.
"Deseamos que la circulación entre las dos zonas sea lo más fluida posible, pero efectivamente hay un número de elementos del derecho europeo que deben ser recordados", señaló Bailly.
Además, señaló que Bruselas espera que España y Reino Unido "dialoguen entre ellos en tanto que miembros de la UE" y recalcó que es responsabilidad de las capitales "encontrar soluciones" a los "obstáculos o malentendidos que puedan existir".
Bailly recordó que la CE está dispuesta a ayudar a los dos países en ese sentido y recordó que tiene previsto enviar en septiembre una misión de expertos para estudiar la situación sobre el terreno.
La Comisión, que ha recibido una respuesta positiva del Gobierno español a esa idea, pretende ahora discutir "en más detalle" la organización de ese viaje en cooperación con las autoridades españolas.