Serafín Castellano, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, está siendo investigado por adjudicar contratos por más de 40 millones de euros a una empresa, que le pagaba cacerías y le hacía regalos. Junto al delegado, han sido detenidas otras ocho personas, vinculadas con el caso.

La operación se inicia por su relación con el hombre con el que posa en una cacería. Es el empresario Vicente Huerta, presidente de Avialsa.

Durante años, Castellano recibió, presuntamente, sobornos de Huerta. Primero se supo que le había regalado un rifle semiautomático. Él reconoció que el rifle era suyo, pero negó tajantamente que hubiese sido un regalo. Sin embargo, la armería que lo vendió lo desmintió y presentó la factura que demuestra que fue Avialsa quien pagó.

Además, un exgerente de la empresa declaró ante el juez que Huerta le invitó a al menos 12 cacerías de hasta 5.000 euros por persona. Habló también de sobres con billetes de 500 euros.

Durante ese tiempo, Avialsa se adjudicó los contratos con el Gobierno valenciano para proveer aviones de extinción de incendios.

En total, más de 40 millones de euros adjudicados por la consellería de Gobernación. ¿Y quién era el consejero? Serafín Castellano Gómez, un hombre muy cercano a Francisco Camps, Rita Barberá y Alfonso Rus que lleva desde principio de los 90 tocando poder en Valencia.