Además, considera "sospechoso" que los audios se refieran a "actividades privadas irrelevantes" desde el punto de vista penal.
La defensa sostiene, vía comunicado, que las filtraciones evidencian que Villarejo ha dedicado buena parte de su vida profesional, como agente encubierto, "a obtener, procesar, analizar y explotar información de interés judicial-policial por procedimientos heterodoxos".
"Sus actividades de Inteligencia eran no sólo consentidas y aprobadas sino aplaudidas y premiadas por todos sus superiores operativos y políticos", reza el comunicado.
El letrado plantea asimismo que "es más que probable que se esté procediendo en paralelo al expurgo de todas aquellas conversaciones" que no se han filtrado y en las que "aplicando similar 'modus operandi'", Villarejo "consiguió ganarse la confianza de terroristas de ETA, o de yihadistas, o de importantes narcotraficantes y traficantes de armas que fueron detenidos gracias a diversos métodos de infiltración".