Pseudoperiodistas

El Congreso aprueba la reforma para sancionar a los ultras que acosan a periodistas y políticos, con el voto en contra de PP y Vox

El contexto El Congreso ha aprobado la reforma del reglamento de la cámara para poner fin al acoso, amenazas e interrupciones continuas por parte de ultras agitadores y periodistas falsos. Todos los partidos, menos PP y Vox, han votado a favor.

Los periodistas del Congreso exigen parar las prácticas mafiosas de agitadores ultras disfrazados de reporteros: "Señalar no es periodismo"
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Los periodistas parlamentarios llevan meses reclamando que se pusiera límites a los ultras que están acreditados como prensa en el Congreso, pero que, en realidad, se dedican a acosar a los informadores y a políticos. Este martes el pleno ha aprobado la reforma del Congreso que por fin establece sanciones para quienes van de periodistas, pero no lo son. Y lo ha hecho con el voto favorable de todos los grupos menos de dos, PP y Vox.

A partir de ahora, las faltas de respeto y las amenazas serán consideradas muy graves. Es más, se podrá retirar la acreditación a los que acosen a los políticos. De esta manera, quieren poner fin a las provocaciones y faltas de respeto de estos agitadores, que han tomado el Congreso como su plató particular. Para ello, desde ahora, cualquier comunicador que incumpla las normas será expulsado o seleccionado como candidato para que no se renueve su acreditación de prensa.

Son muchos los políticos que se han quejado de forma pública de las actuaciones y actitudes de estas personas. "Los apóstoles del odio están ganando espacio de impunidad", ha denunciado Patxi López. "El Congreso de los Diputados debe ser un lugar seguro y no un escenario de provocación y falta de respeto de forma permanente", aseveraba la portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal.

Los diputados del PP y de Vox, en cambio, han votado en contra de esta reforma. Para los populares con esta votación sí que se "pretende controlar la libertad de expresión y de información".

Uno de los boicots más sonados tuvo lugar el pasado mayo cuando la portavoz de Sumar, Verónica Martínez, tuvo que suspender su comparecencia ante los gritos y faltas de respeto del activista de ultraderecha Bertrand Ndongo. De nuevo, aunque no tenía el turno de palabra, entró en la sala de prensa para intentar hacer preguntas y reventar así la comparecencia. Porque él tampoco busca realmente la respuesta de los políticos.

Tras minutos donde reinaba la violencia verbal, con Ndongo a gritos con la jefa de prensa de Martínez, la prensa titulada se quejaba por no poder hacer sus preguntas y su trabajo. "Quiero escuchar a los periodistas que quieren hacerme preguntas, así que le ruego que se calle", llegó a decir la portavoz de Sumar. "No me va a mandar a callar, ustedes se callan", respondía el ultra.