En Estados Unidos

¿Cómo pudo morir un hombre 'arrastrado' por una máquina de resonancias magnéticas?

La víctima no estaba realizándose una resonancia magnética, aunque entró en la zona sin autorización, según la Policía. Era su esposa la que estaba en la máquina de resonancias.

La resonancia magnética del Hospital General de Villarrobledo supera las 22.000 pruebas desde 2020La resonancia magnética del Hospital General de Villarrobledo supera las 22.000 pruebas desde 2020Sescam

La semana pasada, un hombre de 61 años moría tras ser 'arrastrado' por una máquina de resonancias magnéticas en una clínica de Long Island, en el estado de Nueva York (Estados Unidos). Ahora bien, la Policía ha ofrecido información que da algo de sentido a una muerte accidental que, a priori, parece un tanto peculiar: el hombre llevaba una "gran cadena metálica" colgada al cuello y, aparentemente, habría entrado en una consulta sin autorización justo cuando estaba realizando una resonancia.

La noticia saltó a los medios estadounidenses cuando la víctima, un varón de 61 años cuya identidad no se reveló entonces, aún no había fallecido. El accidente tuvo lugar el pasado miércoles, en la clínica Nassau Open MRI, especializada en resonancias magnéticas: el hombre habría entrado, sin autorización, en una consulta llevando al cuello una gruesa cadena metálica. Fue trasladado a un hospital local de urgencia, a donde llegó en estado crítico, según informó entonces New York Post.

Ahora, la prensa estadounidense ha confirmado que la víctima falleció el jueves, un día después del accidente. Si bien la policía del condado de Nassau no ha dado información sobre la víctima, la cadena News12 de Long Island —afiliada de la CNN—, ha indicado que se trata de Keith McAllister, quien estaba acompañando a su esposa, Adrienne Jones-McAllister, a someterse a una resonancia en la rodilla.

Según ella misma explicó, al terminar la resonancia Adrienne pidió a un técnico que avisara a su esposo para ayudarla a levantarse. "Grité su nombre, '¡Keith! ¡Keith!, ven a ayudarme", explicó la mujer, quien habría explicado que llevaba alrededor del cuello una cadena de 9 kilos, con un gran candado, que utilizaba para entrenar con pesas.

"Al entrar, la máquina lo giró, lo succionó hacia dentro y lo golpeó contra la máquina de resonancia magnética", ha señalado la esposa. Tanto ella como el técnico intentaron separarlo de la máquina, sin éxito. "Le dije: '¿Pero no pueden apagar la máquina? Llamad al 911. Haced algo. ¡Apagad esa maldita cosa!'", ha explicado. Según Adrienne, su esposo sufrió varios infartos y posteriormente, falleció.

Al ponerse la CNN en contacto con la clínica, esta no ha querido hacer comentarios.

Imanes ultrapotentes

Las máquinas de resonancia magnética son un imán ultrapotente, por eso cada vez que alguien va a entrar a someterse a una se tiene tanto cuidado de advertir al paciente: no se puede entrar con ningún elemento metálico. Pero no hace referencia únicamente a la persona que vaya a colocarse en la máquina: todos los objetos que están fuera también presentan sus riesgos.

"El metal en una habitación con una máquina de este tipo volará por todo el espacio hacia el escáner, donde se encuentra este gran imán, y golpeará todo lo que se interponga en su camino", ha explicado a la CNN la radióloca Rebecca Smithg-Bindman. "Cuando estás en radiología, de lo primero que aprendes es que no se puede tener metal externo en una habitación con una máquina, ni tampoco en el paciente. Podría ser un problema".

En 2001, un niño de 6 años falleció durante una resonancia magnética en un hospital de Valhalla, también en Nueva York, después de que un tanque de oxígeno metálico saliera volando por toda la habitación al activarse el electroimán de la máquina.