Varios detenidos

Alerta en El Cañaveral, Madrid, por la oleada de robos de la 'banda de la alcantarilla'

Los detalles En Madrid hay una auténtica oleada de robos con el método de la alcantarilla. Un gerente de un local afectado en Valdebebas explica que "no es el primer robo, en menos de nueve meses es la segunda vez".

Alerta en El Cañaveral, Madrid, por la oleada de robos por la 'banda de la alcantarilla'
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A golpes con una tapa de alcantarilla destrozan los escaparates de comercios y restaurantes. En Madrid hay una auténtica oleada de robos con ese método: la Policía Nacional está buscando a los autores de un atraco en el barrio madrileño de El Cañaveral y en Rivas, la Guardia Civil ha detenido a varias personas.

Tapados hasta arriba y con las alcantarillas en la mano asaltaron hace solo dos días un restaurante en El Cañaveral, en Madrid. Los vecinos escucharon ruido en la calle y comenzaron a grabarles. "Parecían un grupo de chavales, entre ellos había solo una chica, y golpeaban en los cristales", cuenta una vecina de la zona.

Es la 'banda de la alcantarilla' que actúa en este barrio de Vicálvaro. Se dedican a romper los cristales y dejar destrozados los establecimientos. "En principio es algo muy anecdótico, no es nada habitual en El Cañaveral", indica otro vecino.

Aunque lo cierto es que se está repitiendo en otros puntos de Madrid. Como se puede ver en el vídeo que acompaña esta noticia, una cámara de seguridad de otra cafetería en Valdebebas muestra otro robo.

Joaquín Arjona, gerente de un local afectado, señala que: "no es el primer robo, en menos de nueve meses es la segunda vez". Mismo método, un 'alcantarillazo' y un curioso botín. "Entran rompiendo los cristales, arranca la caja, de hecho, la caja estaba abierta, la cierran de un manotazo y se la llevan vacía, que es incomprensible", cuenta el gerente sorprendido.

En Rivas, hay varios detenidos por la Guardia Civil. Han roto la puerta del local de Mario, dejándola completamente destrozada. "Las traen y empiezan a golpear de forma contundente hasta que rompen el vidrio templado", cuenta Mario Leiva.

Aquí entraron una y dos veces, pero tampoco triunfaron. Porque según cuenta Mario, consiguieron llevarse "poco y nada". Aun así, este método ha puesto en alerta a los negocios de Madrid.