PP y Ciudadanos parecen decididos a aparcar los escollos de la negociación después de que los de Rivera hayan puesto de su parte para salvar uno de esos desencuentros: la aplicación de medidas como la expulsión de imputados de cargos públicos, que en principio tenía que aplicarse ya según explicó De Páramo en ARV.

Pero tanta rotundidad también tiene matices, porque de momento la medida solo afectaría a Óscar Clavell, diputado del PP por Castellón imputado por malversación, fraude y prevaricación.

Ahora Ciudadanos hace suya la misma teoría que el PP para evitar exigir que abandone su escaño, y es que pide distinguir entre casos de corrupción y de administración. El partido naranja dice simplemente que lo estudiará.

Mientras, desde el País Vasco los populares intentan ampliar el radio de acción de sus pactos y conseguir el apoyo del PNV, pero de momento la respuesta se parece mucho a la del PSOE y la oferta cae en saco roto.

Las reuniones con Ciudadanos se retomarán con la exigencia de Ciudadanos de ampliar el pacto anticorrupción a todas las instituciones del Estado y con la idea de tener forjada esa alianza a finales de semana.