Las mascarillas de tela son originales, coloridas, alegres, más cómodas y también más respetuosas con el medio ambiente, porque no son de usar y tirar. Pero su efectividad depende de si llevan filtro, y este es el correcto, de si están hechas con material adecuado y de si se lavan adecuadamente.

Para evitar contagiar y ser contagiados en uno de los lugares al que más acuden personas vulnerables, varias regiones han prohibido su uso dentro de los centros hospitalarios y centros de salud.

Es el caso de la red sanitaria pública del País Vasco, los hospitales y centros sanitarios de Canarias, en algunos municipios de Galicia, el Hospital General de Valencia o el de Salamanca, que han adoptado esta decisión.

Y es que, como apuntan los expertos, las mascarillas no se deben usar solo para evitar ser multados, sino para evitar contagiarnos del virus. Por ello, el material debe ser el correcto. Pero lo cierto es que muchas de las mascarillas de tela no garantizan la seguridad al 100%, no llevan filtros o no cumplen con la normativa necesaria para que sean eficaces.

En estos centro se obliga ahora a acudir con mascarillas quirúrgicas o se facilitan de este tipo a las personas que quieran entrar con una de tela.