El expresidente de la Generalitat Artur Mas considera que el "el proyecto independentista hoy no tiene las condiciones para salir adelante", aunque puntualiza que "eso no quiere decir que no las vuelva a tener en el futuro", y apuesta por lograr un concierto económico para Cataluña. En una entrevista que publica este domingo el diario La Vangardia, Mas define el actual escenario político catalán y español como "una gran oportunidad", de esas "que pasan muy de vez en cuando, y se tiene que aprovechar" para "hacer lo que ya se está haciendo", negociar.

Explica el expresidente que Junts podría haber hecho otra cosa si Carles Puigdemont hubiese optado por hablar solo de un referéndum en Cataluña, lo que a su juicio hubiera sido "coherente", pero frente a esa opción, "se ha investido a Pedro Sánchez". "Si el independentismo estuviera preparado para dar el paso definitivo -confiesa- yo no habría recomendado investirle". "Pero, con el desbarajuste que tiene el proyecto independentista ahora -continúa-, no podemos castigar al país durante los próximos años escondiendo las incapacidades del independentismo y haciendo ver lo que no es, gesticulando excesivamente de cara a la galería".

Mas remacha su visión de la situación con la conclusión de que "el proyecto independentista hoy no tiene las condiciones para salir adelante". El expresidente apuesta, en este escenario, por aprovechar la representación que se tiene en el Congreso, aunque la presencia en el Parlament no sea mayoritaria, para aprovechar la "capacidad de influencia en Madrid, porque allí se toman muchas decisiones importantes que afectan a Cataluña".

Respecto a la última reunión de los presidentes Pedro Sánchez (PSOE) y Pere Aragonès (ERC), celebrada esta semana, Mas "reitera": "Quien diga que la independencia se resolverá en los próximos cuatro años, o no ve la jugada o engaña. Tenemos una oportunidad de oro, y si eso requiere reunirse tantas veces como sea necesario con Sánchez, se tiene que hacer. Y no pasa nada. Hay que sacar todo el jugo posible de la coyuntura".

A su juicio, estamos en la etapa del "postprocés" una vez cerrado el "procés". "Y creo que es mejor que sea así" porque en los últimos diez años "no hemos conseguido los objetivos que nos propusimos" y "tenemos que aprender las lecciones", admite. "Tal y como lo hemos conocido, el procés ya está. Eso no quiere decir que la aspiración soberanista se acabe", apostilla. "La investidura -a su juicio- ha estado muy centrada en la amnistía y los mecanismos de verificación" pero ahora "algunos esperamos con deleite que en los próximos meses, además de eso -no en contraposición-, tengamos un cesto bien lleno, no de peces, de cosas que beneficien al país más allá de si los beneficiados son independentistas o no".

"El independentismo no debe renunciar al referéndum -agrega-. Al final, un día u otro, si los catalanes no desisten, eso será la solución y llegará. Pero es muy evidente que no pasará en los próximos años y ahora hay que llenar el cesto. Lo que defendí en el 2011 y el 2012, un pacto fiscal en la línea del concierto económico, es el gran tema". De cara a las próximas elecciones en Cataluña, para las que queda un año, Mas define de "alarmante" el retroceso del independentismo, lo que es, asegura, "el gran toque de atención de los próximos meses" ante "el riesgo" de que los partidos soberanistas no sumen mayoría en el Parlament. "Si eso pasa, cambia todo porque serían los propios catalanes los que dirían que el proyecto independentista queda, como mínimo, aparcado. Con un gobierno presidido por Salvador Illa la enorme oportunidad que tenemos en Madrid pierde gas. Los partidos independentistas no tendrán los mismos incentivos y será todo más complicado", continúa.

Respecto a la eventualidad de que Puigdemont sea el candidato a la presidencia por Junts, Mas dice: "Puigdemont tomará la decisión. Si quiere ser candidato, nadie lo discutirá. Sino, se tiene que definir la candidatura. Lo digo desde fuera porque doy apoyo a Junts, pero no estoy dentro, no he dado el paso". Recuerda Mas que está próximo a Junts pero que no está dentro de la formación y asegura que "aún" no tiene "un criterio definitivo" sobre si fue un error enterrar a Convergencia, una decisión para la que "el hecho diferencial" fue "la confesión del expresidente Jordi Pujol" sobre su fortuna fuera de España. Mas defiende, además, la restitución de la figura de Pujol. "Lo espero, lo deseo, y confío en que sea así" más allá, señala, "del juicio ético sobre lo que explicó".