El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha hecho un llamamiento a la "tranquilidad y serenidad" y pide a los ciudadanos madrileños que cumplan con las nuevas restricciones que desde el sábado se aplican en la ciudad.

"Son restricciones confusas y puestas de manera sobrevenida", ha sentenciado en una entrevista en Antena 3, pero al mismo tiempo cree que a situación aún es "preocupante" por lo que "la lucha continúa y no podemos bajar los brazos". "Los datos están bajando, pero tienen que seguir haciéndolo", ha recordado.

Así, ha asegurado que durante este primer fin de semana de restricciones se ha reducido la movilidad con vehículos en Madrid y que no ha habido "incidencias reseñables".

Preguntado por las declaraciones que ha hecho el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, afirmando que "las restricciones de hoy salvan vidas", Martínez-Almeida ha señalado que se trata de "una obviedad".

No obstante, cree que es importante conocer si se "acomodan a la situación que tenemos en cada momento, en función del escenario. Tienen que ser las más adecuadas en el momento en el que se producen", ha destacado.

En este sentido cree que con las 48 horas que ha puesto el Gobierno central para implementarlas "se ha generado confusión". "No creo que sea la forma, ni que Sanidad intervenga las competencia de la comunidad sea la fórmula más adecuada".

"Que yo me ponga a discutir sobre las restricciones generaría más confusión en los ciudadanos. Tengo que cumplirlas, hacerlas cumplir y rogar a los madrileños que las cumplan. Veremos después los resultados", ha añadido, indicando que "la gente no entiende los líos políticos que tenemos".

Por otro lado, Almeida cree que también se genera confusión al no saber cuándo van a terminar las restricciones: "El Gobierno no fija un plazo, lo deja absolutamente abierto en función de la concurrencia de los tres requisitos — municipios de más de 100.000 habitantes con una incidencia superior a 500 casos, positividad en PCR superior al 10% y ocupación de camas UCI superior al 35%— ". Esto, señala Almeida, es "uno de los defectos de la reacción apresurada que genera inquietud de que no hay un plazo".