En el camposanto, el hijo de Azkuna, Alex, su hija y su esposa han estado arropados por la plana mayor del PNV, así como los concejales del partido en Bilbao y compañeros de Iñaki Azkuna en su etapa como consejero del Gobierno Vasco.
Según han comentado fuentes del ayuntamiento de Bilbao, el propio Azkuna dejó antes de morir las instrucciones de cómo se debía desarrollar este acto, que deseaba que fuera discreto e íntimo. Incluso estableció quienes podían asistir al mismo y ordenó que los policiales municipales que se desplazaran al cementerio lucieran el uniforme ordinario y no el de gala de los actos ceremoniales.
La abundante representación de la familia "jeltzale" ha estado encabezada por el lehendakari, Iñigo Urkullu; y el presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB), Andoni Ortuzar. Junto a ellos han estado el sucesor de Azkuna en la alcaldía de Bilbao, el primer teniente de alcalde, Ibon Areso, y la presidenta del partido en Bizkaia, Itxaso Atutxa.
El resto de los concejales del grupo del PNV en el ayuntamiento de Bilbao y el delegado del gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, uno de los hombres más cercanos a Azkuna, han tenido también un papel relevante. De hecho, Aldekoa y el concejal de Obras y Servicios, José Luis Sabas, otro de los íntimos del alcalde fallecido, han sido dos de las personas que han portado el féretro hasta el interior del crematorio.
Entre las coronas que portaba el coche fúnebre con los restos de Azkuna figuraba la enviada por los reyes de España. Hasta el cementerio también se han acercado los exlehendakaris José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe y compañeros de Azkuna en el Gobierno Vasco como Juan María Atutxa o Josu Bergara, aunque no ha estado ninguno de los consejeros socialistas de aquellos gobiernos de coalición que presidió Ardanza.
Las cenizas de Azkuna serán trasladadas el domingo por la familia, en un acto íntimo, al cementerio de Durango, la localidad natal del alcalde y donde están enterrados su familiares. El lunes al mediodía, en la catedral de Santiago, en el Casco Viejo bilbaíno, se celebrará el oficio fúnebre, el único acto de los funerales por el alcalde que está abierto al público.