En la Comunidad de Madrid, los hijos de policías y guardias civiles pagan 3 euros en vez de 4,88 por su menú diario en cualquier centro escolar público de la región. El requisito es simplemente ese: que alguno de sus progenitores sea miembro de alguno de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sin importar su nivel de renta ni su rango.

Los hijos de los agentes recibieron el 13% de las becas comedor, del mismo importe que las que reciben las víctimas de terrorismo o violencia de género, las familias con renta per cápita inferior a 4.260 euros y los menores en acogimiento familiar. Pero menores que las que reciben los perceptores del ingreso mínimo vital o la renta mínima de inserción, que solo tienen que pagar 1 euro diario.

Ningún hijo de agente ha dejado sin beca a ninguna otra persona que cumpla los requisitos, pero desde Más Madrid lamentan que esos recursos no se destinen a otros colectivos que, por su nivel de renta, lo necesiten más.

"Una pareja con un hijo que cobra 12.700 € al año que tiene que pagar 90 euros de comedor y una familia que puede tener una renta más alta, simplemente porque trabajan alguno de los progenitores, no tiene que hacerse cargo de esa cantidad", deplora la portavoz adjunta de la formación, María Pastor.

Esta excepción la puso en marcha el Gobierno de Ayuso en 2020 por el déficit de agentes en la Comunidad, para incentivarles y compensar el coste que implica residir en Madrid en comparación con otras comunidades autónomas. Pero el incentivo no se aplica a ningún otro grupo de funcionarios.

"Los sanitarios de la Comunidad de Madrid se tienen que marchar porque no pueden afrontar el coste de vida aquí y no se les pone ningún tipo de ayuda para vivir. Y a otras familias se les está dando beneficios", insiste Pastor.