Aunque los diputados del Parlamento francés votaron 225 de 331 a favor de la ley, su aprobación ha causado el movimiento de los grupos conservadores y religiosos, que han tomado la calle para protestar en contra.
Varios policías resultaron heridos en el incidente que comenzó siendo una manifestación pacífica de miles de personas contrarias a la legalización del matrimonio homosexual.
Alrededor de 100 personas, la mayoría menores, tiraron botellas, piedras y mobiliario urbano contra las fuerzas de seguridad, que utilizaron gas lacrimógeno para contenerlos.
Esta ley, además de permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo, también legisla la adopción de hijos, convirtiendo a Francia en el país número 14 en todo el mundo en realizar una reforma social de esta magnitud.