En completo silencio, la unidad de élite israelí Shayetet 13 guarda posiciones a la espera de recuperar una de sus bases asaltadas por Hamás. Se trata del área militar de Sufa, una de las más de 10 atacadas el pasado sábado durante el inicio de la operación 'Diluvio Al-Aqsa' orquestada por los milicianos palestinos.

Las imágenes, grabadas por cámaras portadas en los cuerpos de los propios militares, también conocidas por 'bodycam', muestran la crudeza y firmeza con la que tienen que actuar segundo a segundo en un enfrentamiento que dura varias horas.

Cualquier paso en falso puede costarles la vida a ellos o a cualquier rehén, de ahí la coordinación con la que avanzan hasta que consiguen hacerse con todo el complejo militar.

Una operación de precisión quirúrgica que se saldó con la liberación de 250 rehenes, unos 60 milicianos abatidos y otros 26 detenidos entre los que se encuentra Muhammad Abu Ghali, subcomandante de la División Naval Sur de Hamás, ahora retenido e interrogado por las fuerzas israelíes.