Hazel Behan ha pedido a las autoridades que llevan la investigación del secuestro de Madeleine McCann que investiguen también la violación de la que fue víctima en Portugal en 2004, ya que la irlandesa cree que podría haber sido cometida por la misma persona que se llevó a la pequeña. Behan ha contado en una entrevista con el diario The Guardian, que fue violada en su apartamento de la localidad portuguesa de Praia da Rocha, donde trabajaba por aquel entonces y que está situada a unos 30 minutos en coche de Praia da Luz, el lugar donde McCann desapareció sin dejar rastro en 2007.

Aunque el agresor nunca fue capturado, Behan cree que podría ser Christian Brückner, un hombre de 43 años al que las autoridades británicas acaban de nombrar principal sospechoso de Madeleine y que en la actualidad cumple condena en una prisión de Alemania. Con un amplio historial delictivo por violencia sexual que incluye a víctimas menores, Brückner vivió en el Algarve entre 1995 y 2007, y, precisamente el día de la desaparición de Madeleine estaba cerca de la casa de Praia da Luz, donde los McCann pasaban las vacaciones.

De confirmarse que Brückner fue el agresor de Behan, esta no sería la primera violación que comete ya que fue condenado recientemente por la violación de una mujer estadounidense de 72 años cometida en 2005 en Praia da Luz. "Mi cabeza estalló cuando leí cómo había atacado a la mujer en 2005, tanto las tácticas y los métodos que usó, las herramientas que llevaba, cómo lo tenía todo perfectamente planeado", ha destacado Hazel Behan, que afirma que vomitó al conocer la noticia.

"Al leer sobre ello me recordó mi propia experiencia", ha detallado Behan, quien, en el momento de la agresión estaba a punto de cumplir 21 años. La mujer ha contado que sufrió la violación en Praia da Rocha, donde trabajada como representante de una agencia de vacaciones, y que, incluso, en los días anteriores al ataque tuvo la sensación de que alguien había entrado en su apartamento, pero no lo denunció.

Behan ha afirmado que "alguien" le despertó una madrugada llamándola por su nombre: "Me giré y ahí de pie estaba un hombre enmascarado vestido con mallas que parecían leotardos, con un machete en la mano de unos 3 centímetros de largo". Durante su declaración, Behan comunicó a la Policía portuguesa que el agresor le habló en un inglés con acento alemán, que tenía una altura de en torno a 185 centímetros, "cejas rubias" y ojos de un color "azul penetrante, incluso en la oscuridad", así como una "marca de nacimiento o tatuaje" en el muslo derecho, unas características que coinciden con la descripción de Brückner efectuada por medios alemanes.

La irlandesa también ha dado detalles sobre el cómo actuó el violador, quien se quitó los zapatos en la puerta, colocó una cámara de vídeo y la ordenó que no gritara. Después la llevó a la sala de estar, le ató a la "barra del desayuno", sacó una bolsa "con látigos y cadenas", la desnudó cortando la ropa con unas tijeras, le puso un trapo en boca para ahogar los gritos y procedió a golpearla y violarla durante varias horas.

"Me pareció que lo tenía todo planeado, tenía un plan y era muy deliberado. Se lavaba las manos constantemente y cambiaba todo el rato de condones", ha explicado la joven, quien ha confesado que pensaba que iba a morir cuando el agresor le tapó la cabeza con una sábana, si bien lo que hizo fue ponerse los zapatos y "salió corriendo".

Tras la violación, la joven llamó a la Policía desde la recepción del complejo de apartamentos turísticos. "Creo que si la policía hubiese hecho su trabajo para investigar lo que me pasó, si este es de verdad el hombre que atacó a la mujer americana y secuestró a Madeleine McCann, podrían haber evitado el ataque y Madeleine estaría ahora en casa con sus padres", ha lamentado Behan.

Christian Brückner, el violador alemán

Después de que la Policía alemana y la Metropolitan Police de Reino Unido anunciaran esta semana la existencia de un nuevo sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann en el Algarve portugués, se van conociendo más datos de este hombre, cuya identidad ha revelado 'The Guardian'.

Se trata de Christian Brückner, un hombre de 43 años que cumple condena en una cárcel alemana por delitos de abuso sexual y de drogas. Los criminólogos de la Operación Grange, la investigación policial que investiga la desaparición, han hecho un llamamiento a la ciudadanía para encontrar pruebas que impliquen al nuevo sospechoso.

laSexta ha accedido a los datos más relevantes del informe psicológico del presunto asesino de Madeleine McCann. Ese documento lo define como un sociópata narcisista, solitario, mentiroso y psicológicamente inestable. Además, destaca una particularidad poco común: es un violador de mujeres adultas y de menores.