Más de 13 años después de la misteriosa desaparición de Madeleine McCann en el Algarve portugués, el caso sigue en el punto de mira de la Policía Británica tras las pistas recabadas por las autoridades alemanas. La Fiscalía de Braunschweig se centra en recabar pistas sobre un nuevo sospechoso: un preso alemán que viajó a Portugal en autocaravana en 2007, el mismo año que desapareció la pequeña.

Las autoridades alemanas no han revelado su identidad, pero el hombre, de 43 años, cuenta con antecedentes penales por abuso sexual a menores y actualmente cumple condena por un delito sexual y otro de drogas. Según la Policía Federal de Alemania, este sujeto vivió en Portugal de forma intermitente entre 1995 y 2007, el año de la desparición, y que vivía en una casa situada entre Lagos y Praia da Luz.

La Policía alemana, que trabaja estrechamente junto a la Metropolitan Police británica y la Policía Judiciária portuguesa, sigue investigando el caso y se buscan nuevas pistas que puedan llevar a relacionar a este nuevo sospechoso directamente con la desparición. Así, la Policía alemana ha ofrecido una recompensa de 10.000 euros a cualquier persona que proporcione inormación de valor que ayude a resolver el caso. De hecho, ha proporcionado un enlace en su web para que se puedan aportar fotografías u otros archivos que contengan pruebas sobre el caso.

De momento, los investigadores saben que ese hombre estuvo en Praia da Luz los días en los que desapareció Madeleine y se centran en en una llamada telefonica "sospechosa" que recibió el hombre el mismo día del crimen y que duró media hora: desde las 19:32 hasta las 20:02 horas. De hecho, han publicado el número de teléfono del investigado y el del móvil portugués desde el que se realizó la llamada ya que cualquier información sobre esta conferencia puede ser vital para la investigación: buscan a la persona que llamó al sospechoso.

Los investigadores también solicitan información sobre los dos vehículos que usó el sospechoso esos días: un Jaguar XJR 6 granaete con matrícula alemana que fue cambiada varias veces y una autocaravana Volkswagen blanca y amarilla de matrícula portuguesa que condujo en varias ocasiones, aunque se cree que no era de su propiedad.

Todas estas pistas fueron anunciadas por Christian Hoppe, de la Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania en la cadena de televisión pública alemana ZDF, donde también mostró fotografías de dos viviendas donde creen que el sospechoso almacenaba objetos robados y que podrían ser clave si se aportan testimonios fiables. Se trata de una sala de estar con un sofá de cuero marrón y una viga de madera en el centro de la estancia y de una casa de baja altura de la región del Algarve.

Hoppe señaló en la misma entrevista que no descartan que "además del autor" haya "personas que tienen conocimiento sobre los hechos". "Quizás incluso sobre dónde fue arrojado el cuerpo, sin haber estado involucrado en el crimen", añadió.

Los padres de la niña, Kate y Gerry McCann han agradecido en un comunicado la labor de "las fuerzas policiales involucradas" por "sus continuos esfuerzos en la búsqueda de Madeleine". "Hemos deseado siempre es encontrarla, destapar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia", han explicado.

Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007, la pequeña de tres años desapareció de la habitación del apartamento que su familia había alquilado en Praia da Luz, en el Algarve luso, donde dormía junto a sus hermanos -dos gemelos de dos años- mientras sus padres cenaban con un grupo de amigos en el mismo complejo turístico.

El crimen dejó atrás un mediático caso que conmocionó al mundo entero, marcado por la incógnita y sobre el que todavía continúan abiertas investigaciones para intentar esclarecer el misterio.