El "valiente" plan de Meloni de crear centros de internamiento que Italia ha construido en una localidad al noroeste de Albania para los migrantes que buscan asilo, y que seduce a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha despertado muchas dudas y polémica en Italia.
El trasladado a Albania de los migrantes que llegan a las costas italianas es, además de complejo, caro. Las cifras que ha supuesto esta primera deportación así lo demuestran.
Los primeros 16 migrantes y los 70 tripulantes ya han salido de Lampedusa. Cuando lleguen a Albania los tendrán encerrados mientras se tramitan sus peticiones de asilo. En total este viaje costará entre 250.000 y 290.000 euros. Según indica el diario italiano 'La Repubblica', el coste será de 18.000 euros por persona migrante.
Además, el sistema no es nada simple. Cada traslado supone cinco días en ir y volver, por lo que solo podrán hacer uno por semana.
La oposición cuestiona la eficacia de estos centros de Meloni. La secretaria general del Partido Democrático, Elly Schlein, se ha mostrado en contra de este plan y ha criticado que "el Gobierno gasta 800 millones para deportar migrantes a Albania".
Los medios italianos también lo critican y consideran el acuerdo con Albania "inútil y caricaturesco". Por su parte, las ONGS lo definen en dos palabras: "es inhumano".
La portavoz de Sea-Watch, Giorgia Linardi, asegura que esto "es un intento de militarizar la frontera y delegar la migración a terceros países".
Lo que está claro es que Meloni quiere fuera de Italia a los migrantes y no le importa el precio a pagar: Italia pagará a Albania 800 millones en cinco años.