"Dos semanas antes de la inmunidad con absoluta seguridad hay que dejar de consumir (alcohol). La formación de la inmunidad son 21 días entre las dos inyecciones y otros 21 después". Así ha anunciado a la población que tendrá que estar 56 días sin beber para poder vacunarse Anna Popova, jefa sanitaria rusa.

Tras el anuncio, la prensa local informó de que muchos rusos reaccionaron negativamente a este periodo de abstinencia exigido para recibir la vacuna, sobre todo teniendo en cuenta el periodo de vacaciones de Año Nuevo, que en el país se extienden del 1 al 10 de enero.

Pero el mensaje de las autoridades sanitarias es claro y contundente: "Si queremos que haya salud y autodefensa (inmune), hay que dejar que el organismo la forme. Por eso, ni antes, ni después, ni durante. Simplemente, nunca y en ningún caso", afirmó la responsables sanitaria, sobre el consumo de vodka y otras bebidas alcohólicas.

No obstante, la vacunación será gratuita y voluntaria en el país. Según Popova, el Gobierno se está preparado una vacunación masiva ordenada, en un país con más de 2,5 millones de positivos y 44.159 muertos.