Esta escena tan salvaje se han producido en el motín de una prisión en la localidad norteña de Altamira, en Brasil. Tras decapitar a algunos presos, 16 en total, una de las bandas implicadas en el motín empezó a jugar al fútbol con las cabezas de los decapitados de la banda rival.

El motín se desató cuando un grupo de presos entró en el módulo en el que estaban recluidos miembros de una banda enemiga. La sangrienta guerra entre rejas se ha saldado con un total de 57 presos muertos.

Durante el motín, dos funcionarios de la prisión fueron retenidos como rehenes, explicaba la Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará (Susipe), que confirmaba que han sido liberados cerca de una hora después. Las liberaciones tuvieron lugar tras una negociación en la que estuvo implicado un tribunal de la ciudad, la Fiscalía y la Policía, tal y como ha recogido 'O Globo'.

El secretario de la Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará (SUSIPE), Jarbas Vasconcelos, indicaba que "los servicios de Inteligencia no habían apuntado a la posibilidad de ataques". "Ninguno de los detenidos había hecho demandas recientemente que pudieran llevar a esta posibilidad", agregaba.

A su vez, familiares de los presos se concentraba a las puertas de la prisión para buscar información sobre la situación de los reos. "Nadie dice nada, no tenemos noticias", manifestó una de las presentes. Vasconcelos confirmaba que la prisión tiene capacidad para 208 detenidos, si bien en la actualidad hay 372 reos en las instalaciones.