Los radicales de ultraderecha no han desaprovechado la oportunidad de difundir su discurso de odio durante los disturbios en Francia, con proclamas nacionalistas y mensajes contra los extranjeros. Les hemos escuchado decir "Despierta francés, esta es tu casa" o "Francia para los franceses", unos radicales que siembran el terror en muchas ciudades francesas.

Espoleados por una Marine Le Pen que les animaba a "desafiar" a las que llama "fuerzas antirrepublicanas y extremistas", los radicales patrullan las calles en busca de combatir, dicen, contra los grupos que están detrás de los disturbios.

Estos ultras se coordinan a través de las redes sociales, llegando a lanzar material pirotécnico en lugares como el Ayuntamiento de Lyon, aunque la peor parte se ha vivido en Angers, donde se ha dado una batalla campal entre ultras de derechas y de izquierdas.

El auge de los radicales coincide con el descenso de la violencia en las dos pasadas noches, con 72 detenidos en las últimas horas. Una calma que, según le confesó la propia policía a Macron, no se debe tanto a la actuación de los agentes como a su "incómoda" presencia en las calles. Los traficantes de droga, señalan los medios franceses, habrían presionado para poner fin a unos disturbios que les están perjudicando el "negocio".

En el Elíseo, el presidente francés ha reconocido en su reunión con más de 200 alcaldes franceses que, aunque el pico de la violencia ha pasado, va a manterner el operativo al menos hasta el día de la fiesta nacional.