Los acuerdos de Minsk sobre Ucrania prohíben expresamente la utilización de artillería como medida de distensión para un conflicto de cuatro años en el que han muerto más de 10.000 personas.

Este bombardeo se produce en medio de la crisis por la captura por parte de las fuerzas especiales del Ejército ruso de tres buques de guerra ucranianos en el mar de Azov después de una supuesta provocación.