"El presidente Donald Trump firmará la ley presupuestaria del Gobierno y, tal y como ya dijo,
tomará además otras medidas ejecutivas -incluida la declaración de emergencia
nacional- para asegurar que se pone fin a la crisis humanitaria y de seguridad
en la frontera", señaló la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en
un comunicado.
Trump tiene este
proyecto de ley de presupuestos en su escritorio listo para ratificar desde que
esta noche la Cámara de Representantes lo aprobara por 300 síes 128 noes
después del previo voto en el Senado, con 83 a favor y 16 en contra.
Se trata de un proyecto
presupuestario de 333.000 millones de dólares pactado entre demócratas y
republicanos que servirá para financiar una cuarta parte de la Administración
hasta otoño. A falta de la ratificación de Trump, con este proyecto se evitará
que este 25% de la Administración se vea forzada a volver a cerrar tres semanas
después del fin del "shutdown" más largo de la historia del país, que
duró 35 días entre diciembre y enero.
El pulso entre Trump y
los demócratas en el Congreso para que el Legislativo aprobara 5.700 millones
de dólares para construir 200 millas (unos 322 kilómetros) de muro con México lo ganó aparentemente la oposición.
Trump tan solo logró
arrancar 1.375 millones de dólares que servirán para sufragar 55 millas (unos
88,5 kilómetros) de barreras en la extensa frontera mexicoestadounidense.
Resignado a que el Congreso no apruebe los fondos tras dos años en el poder y
sin el capital político para forzar otro cierre administrativo, la Casa Blanca
dijo que Trump buscará el dinero para el muro en otro sitio, concretamente
a través de una declaración de emergencia nacional.
Esta declaración otorga
temporalmente al presidente un poder especial para hacer frente a una crisis.
Bajo la emergencia nacional, Trump podrá desviar los fondos de otras partidas
presupuestarias ya autorizadas por el Congreso y dedicarlos a su proyecto
fronterizo.
Las leyes existentes permitirían,
por ejemplo, que se usaran fondos del Pentágono para construir el muro, si se
justifica como necesario para la defensa nacional. Según informes de prensa, la
Casa Blanca también evalúa recurrir a fondos de ayuda para desastres aprobados
para California y Puerto Rico, algo controvertido dado que esta isla aún se
recupera del impacto del huracán María en 2017.
Sin embargo, los
tribunales podrían tener la última palabra en el asunto ya que los líderes
demócratas en el Congreso han definido los planes de Trump como "un abuso
flagrante de los poderes presidenciales", y varios grupos progresistas
preparan demandas judiciales para invalidar la declaración de emergencia.
En las 58 emergencias
nacionales declaradas hasta la fecha, la mayoría respondía a problemas
internacionales y estaban destinadas a justificar la imposición de sanciones,
aunque también hay precedentes de recurrir a la medida para un asunto nacional.
El expresidente Barack
Obama lo hizo durante la epidemia de gripe A en 2009, igual que George W. Bush
tras el huracán Katrina en 2005. La portavoz, Sarah Sanders, dijo que la Casa
Blanca está "muy preparada" para defenderse en caso de que haya
demandas legales contra el Gobierno de Trump por su declaración de una
emergencia nacional, pero afirmó que no cree que las haya porque "el
presidente está haciendo su trabajo".
El asunto podría llegar
de aquí unos meses al Tribunal Supremo, donde hay una mayoría de jueces
conservadores, dos de ellos nombrados por Trump.