Nada se dejó al azar, la primera intervención en el Congreso de Trump calcó la puesta en escena de su antecesor, Obama, en 2009. Una incesante ovación acompañaba a los presidentes hasta llegar al atril principal. Las primeras palabras de Trump las ha dedicado a su mujer.

Jaleada por el público, Melania, muy elegante con un traje negro de alta costura, se levantó para agradecer los aplausos, la mayoría de la bancada republicana. En el lado demócrata, caras largas y diputadas vestidas de blanco como símbolo de la defensa de los derechos de las mujeres.

Alguna fue más allá y cuando Trump anunció el fin del Obamacare pusieron pulgares abajo para mostrar su rechazo. Sí hubo unanimidad en el homenaje al marine muerto en Yemen y a su viuda, sentada junto a Ivanka Trump.

Tras una hora, Trump finalizó su primer discurso de Estado y al igual que Obama, no paró de recibir felicitaciones de los congresistas.