Un nuevo tiroteo en una escuela secundaria de Estados Unidos, esta vez en el estado de Iowa, se ha saldado este jueves con al menos un alumno muerto ycinco heridos, mientras que el atacante ha muerto tras dispararse a sí mismo, según han confirmado las autoridades.
El tiroteo se ha producido en la Escuela Secundaria Perry, a unos 40 kilómetros de Des Moines, la capital del estado, en el primer día de clase tras las vacaciones de Navidad, cuando el tirador ha irrumpido en el centro escolar y ha abierto fuego. Las primeras llamadas alertando de lo sucedido se han registrado sobre las 07:30, hora local, según la cadena 'ABC'.
El subdirector de la División de Investigación Criminal de Iowa ha detallado que cuatro de los heridos son alumnos, uno de ellos en estado crítico, mientras que el quinto es unempleado del centro. El estudiante fallecido estaba en sexto curso, que los alumnos suelen cursar con 11 o 12 años.
Por otro lado, las autoridades han identificado al atacante como Dylan Butler, un joven de 17 años alumno del centro, que iba armado con una escopeta de repetición y una pistola de pequeño calibre. El tirador había hecho varias publicaciones en redes sociales durante el ataque.
De acuerdo con Europa Press, un agente de Policía logró entrar en el instituto siete minutos después de la primera llamada de alerta y contabilizó "múltiples heridos de bala". Según el diario local 'The Des Moines Register', citado por Efe, se desplegó una fuerte presencial policial y médica alrededor de la escuela y se bloquearon las calles cercanas, mientras un helicóptero medicalizado aterrizaba en la zona.
Las autoridades del condado de Dallas han indicado que los heridos han sido trasladados a un hospital, mientras que el lugar de los hechos ha sido "asegurado". "Ya no existe peligro alguno para la población. La comunidad está segura. Ahora estamos tratando de entender qué ha sucedido", ha indicado un portavoz.
El sheriff del condado, Adam Infante, ha precisado en rueda de prensa que hay "múltiples víctimas", aunque en el momento del ataque había pocos alumnos y profesores en el edificio, puesto que las clases aún no habían comenzado.