La zona noroeste de Ecuador ha sufrido con apenas unas horas de diferencias dos terremotos de magnitud 6,7 en la escala de Richter, aparentemente réplicas del seísmo que ya golpeó esta misma zona el pasado 16 de abril y que dejó 660 muertos. La primera de las réplicas se produjo de madrugada y la segunda en torno al mediodía. En ninguno de los dos casos se ha generado alerta de tsunami y las autoridades intentan determinar los posibles daños producidos por los nuevos temblores.

El Gobierno ha activado el Comité de Operaciones de Emergencia para analizar lo sucedido. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se ha visto con el ministro coordinador de Seguridad, César Navas, que teme que el segundo terremoto haya tenido "un grado de afectación mayor" al registrado horas antes. Tras el primer seísmo, Correa únicamente confirmó "pequeños daños materiales". "Sectores de Manabí y Esmeraldas parcialmente sin energía, pero ya la estamos recuperando", precisó, en un 'tuit' en el que aclaró que no había "novedades" en el resto del país.

Correa advirtió a los ecuatorianos de que tras el potente terremoto del 16 de abril son normales este tipo de réplicas, por lo que les invitó a "estar preparados" pero a "mantener la calma".