La cadena pública de Egipto ha apartado de sus pantallas a ocho presentadoras por tener sobrepeso. Además, durante el próximo mes tendrán que someterse a un estricto régimen si quieren volver a ocupar su puesto de trabajo.
Las voces discordantes no se han hecho esperar. De esta manera, el colectivo WCGLA ha calificado esta medida como "violación de la Constitución" y un ataque contra la dignidad de las mujeres. "Resulta indignante e incluso escandaloso", ha declarado una de las afectadas al periódico local Al Watan.
La decisión de los dirigentes del ente público han provocado un incómodo debate en el país africano sobre la importancia del aspecto físico. La discusión se sitúa entre los que defienden que la cadena tendría que dedicarse a valorar cosas más importantes, y los que aprueban la medida y proponen que se extienda a otras cadenas.