Unas 70.000 personas se dieron cita en el centro de Seúl para celebrar la 20 edición de la manifestación del Orgullo LGTBI, que tuvo participación récord y muy presente el precedente de Taiwán, primer territorio asiático en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Según los datos ofrecidos por los organizadores, la cifra de participantes de este año supuso un récord histórico superando los 60.000 asistentes de 2018. El buen tiempo hizo que el evento destilará aún más alegría a su paso por el centro de la capital surcoreana.

El desfile arrancó desde la plaza del ayuntamiento y recorrió los barrios de Euljiro y Jongno antes de desembocar en la avenida Sejong y la plaza de Gwangwhamun, donde los asistentes agradecieron a la embajada de Estados Unidos (situada justo aquí) la gran bandera del arco iris desplegada en su fachada.

Como cada año, el desfile contó con un enorme y meticuloso cinturón policial para evitar los disturbios violentos provocados por los grupos cristianos radicales que suelen protestar al paso del desfile.

Salvo por algún que otro manifestante cristiano que tuvo que ser placado por los agentes al tratar de saltarse el dispositivo de seguridad, no se informó de ningún suceso violento durante el evento.

Heezy Yang, activista y artista que actúa bajo el nombre Hurricane Kimchi, cuenta que la primera vez que vino al evento hace nueve años éste no se celebraba en la plaza del ayuntamiento y apenas había unos 2.000 asistentes.

"Antes la gente temía venir porque tenía miedo de que se hiciera pública su identidad u orientación. Pero ahora, exceptuando siempre a esos manifestantes anti LGTB que vienen, gracias a los que son aliados de la comunidad LGTB y a la comunidad en sí ya no hay miedo", destaca.