¿Y en España?
Reino Unido reduce a la mitad las visitas a sitios porno tras implementar la verificación de edad
Los datos Tras la entrada en vigor de la Ley de Seguridad en Línea, las principales plataformas como Pornhub y XVideos han visto caer sus visitas casi un 50%.

Resumen IA supervisado
En el Reino Unido, desde el 25 de julio, una normativa exige a los usuarios demostrar su edad para acceder a contenido para adultos, lo que ha provocado una caída significativa en el tráfico de webs como Pornhub y XVideos. Esta medida es parte de la Ley de Seguridad en Línea, destinada a proteger a los menores de contenidos dañinos en internet, incluyendo redes sociales y foros. Los métodos de verificación de edad han suscitado preocupaciones sobre la privacidad, y muchos adolescentes utilizan VPN para eludir las restricciones.
* Resumen supervisado por periodistas.
En el Reino Unido, entrar en una web porno ya no es tan fácil como hacer clic en "soy mayor de 18 años". Desde el 25 de julio está en vigor una normativa que obliga a los usuarios a demostrar su edad para acceder a contenidos para adultos o potencialmente dañinos, y el efecto ha sido inmediato: las visitas a las principales plataformas se han desplomado.
Según la consultora Similarweb, Pornhub perdió casi la mitad de su tráfico en apenas dos semanas: pasó de más de tres millones de usuarios diarios a poco más de dos. XVideos cayó al mismo ritmo y OnlyFans bajó un 10%. Al mismo tiempo, páginas y menos reguladas han visto crecer sus números. El regulador británico, Ofcom, ya ha abierto investigaciones contra varias de ellas porque no cumplen con la norma.
La ley forma parte de la llama Ley de Seguridad en Línea, uno de los proyectos más ambiciosos de Europa para blindar a los menores en internet. No solo afecta a webs porno: también incluye redes sociales, apps de mensajería, foros y servicios en la nube que tengan contenidos que puedan dañar a adolescentes, desde violencia hasta páginas que promueven trastornos alimentarios o autolesiones.
Los métodos para verificar la edad van desde introducir una tarjeta bancaria hasta usar el reconocimiento facial para calcular si el usuario es mayor de 18. Y aunque el gobierno asegura que no se guardan datos personales, los críticos alertan del riesgo para la privacidad y señalan que muchos adolescentes ya están usando VPN para saltarse las restricciones.
España, en plena discusión
El debate británico llega a España en un momento clave: la Ley de protección a los menores en entornos digitales está ahora mismo en fase de enmiendas en el Congreso. Vox ha presentado una a la totalidad, y mientras tanto se discute si el modelo británico podría aplicarse aquí.
España, de hecho, ha sido elegida por la Comisión Europea como piloto para probar un sistema de verificación de edad a través de la app Digital Wallet Beta, que permitiría demostrar la mayoría de edad sin exponer datos personales. El plan divide a expertos y asociaciones: unos lo ven como un paso necesario, otros creen que solo empujará a los adolescentes a buscar contenidos en webs más escondidas y peligrosas.
La primera vez, cada vez más pronto
El problema está claro: los niños llegan al porno demasiado jóvenes. La edad media de primera exposición en España son los 13 años, aunque muchos se topan con esos contenidos a los 11 o incluso antes. Y no siempre porque lo busquen: muchas veces se encuentran con vídeos sin querer, a través de redes sociales o mensajería.
Un estudio británico añade otro dato inquietante: más del 60% de los jóvenes reconocen haber visto escenas violentas en el porno antes de cumplir los 18. Hablan de insultos, bofetadas, estrangulamientos o tirones de pelo. Conductas que, como alertan psicólogos y sexólogos, poco tienen que ver con las relaciones reales.
¿Funciona o no funciona?
El gobierno británico defiende que no es una solución perfecta, pero sí un paso importante para reducir el riesgo. Los detractores, en cambio, avisan de que la ley invade la intimidad de los usuarios y que no evitará que los menores esquiven el control con trucos como las VPN.
El debate está abierto, pero los datos muestran un hecho claro: cuando el porno exige verificación, los clics caen en picado. Y la gran pregunta es si España y otros países europeos seguirán el mismo camino, o si se quedarán a medio gas en un tema que afecta de lleno a toda una generación de adolescentes.