Los efectos comerciales del Brexit se empiezan a notar ya en los McDonald's de Reino Unido, donde han tenido que retirar de sus menús los refrescos y bebidas embotelladas y los batidos ante la falta de suministro. Más de 1.000 locales de la conocida cadena de comida rápida se han visto afectados.

Como explica el experto en Economía Gonzalo Bernardos el Brexit no está proporcionando a los británicos un mayor poder adquisitivo sino una reducción del mismo, y algunas empresas van decidir que no les conviene exportar algunos productos que antes sí comercializaban, por lo que se va a producir esa falta.

Este problema no afecta ya solo a McDonald's. Otras cadenas, como la sudafricana Nando's ha tenido que cerrar 45 restaurantes en el país porque no tiene existencias de su producto estrella.

La situación también repercute incluso a los supermercados, y es que con la entrada del Brexit y las restricciones por el COVID-19, los transportistas tienen serios problemas para entrar al país. Necesitan un visado de trabajo o aparecer con status de asentado, lo que ha provocado un déficit de 100.000 camioneros.

Eso, a su vez, ha hecho que muchas empresas españolas (y de otros países) hayan dejado de exportar a Reino Unido. "Estos transportes vienen a durar de media hasta dos o tres días más que antes, con lo cual, los costes para el transportista son muy grandes y el precio del transporte deja de ser rentable", indica a laSexta Desirée Paseiro, asesora jurídica.

Por eso, la patronal británica de transportistas ha pedido al gobierno que facilite la contratación de trabajadores extranjeros. Además el problema crece para las empresas porque no tienen mano de obra para afrontar la producción.

La desesperación es tal que las fábricas de alimentación británicas están pidiendo al Ejecutivo británico cubrir esos puestos de trabajo con presos. Pero de momento, bajo los principios del Brexit parce difícil que Reino Unido vuelva convertirse en un mercado de referencia internacional.