A última hora de la tarde, se registraron leves disturbios con el derrumbe de vallas de protección, la quema de contenedores y el lanzamiento de piedras y botellas a la policía realizados por un grupo sin identificar, algunos de ellos enmascarados.
Sin embargo, las autoridades no habían informado sobre heridos o detenidos. A pesar de esos incidentes aislados, la concentración transcurrió principalmente de forma pacífica y tuvo algunos de sus momentos álgidos con la entonación de canciones referentes al 25 de abril de 1974, el movimiento que trajo la democracia a Portugal después de casi 50 años de dictadura.
La protesta había comenzado a primera hora de la tarde cuando confluyeron en los alrededores del máximo órgano legislativo manifestaciones procedentes del principal sindicato luso (el comunista CGTP), organizaciones sindicales de estibadores y otros grupos espontáneos.
Al término de la sesión, adelantada para evitar encontrarse con las protestas, según denunció la izquierda parlamentaria marxista, los diputados llegaron a recurrir a la ayuda de la policía para salir del parlamento debido a que un centenar de manifestantes bloquearon la salida.
Entre gritos de protesta que pedían la dimisión del Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho, los parlamentarios consiguieron sortearlos después de que la policía abriese una vía alternativa a la habitual.
Entre los manifestantes, destacaron miembros de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP). Para su secretario general, Arménio Carlos, estas manifestaciones son la respuesta a unos presupuestos que llevarán al país a "más austeridad, más sacrificios y a un nuevo rescate" y representan un anticipo de la "gran huelga general" que unirá a Portugal, España y Grecia el próximo día 14 de noviembre.