Un policía ha muerto en Lima, Perú, al intentar desactivar una granada de mano colocada en las inmediaciones de un colegio. Sus compañeros lo han llevado al hospital pero finalmente ha muerto por las heridas que le ha causado la explosión. Los artificieros habían acudido a la zona del suceso porque minutos antes había estallado otra granada similar en esa misma calle.