"Prometo no tolerar acción alguna que amenace la vida de nuestro pueblo y la seguridad de nuestra nación" ha declarado Park ante la multitud que acudió a presenciar la toma de posesión. "La reciente prueba nuclear de Corea del Norte es un desafío a la supervivencia y al futuro del pueblo coreano, y no debe haber ningún error en que la mayor víctima será nada menos que la propia Corea del Norte" sentenció.
Asimismo, ha reiterado su deseo de fomentar la confianza entre Seúl y Pyongyang, declarando que "se puede construir paso a paso, a través del diálogo y cumpliendo las promesas".
"DEMOCRATIZACIÓN ECONÓMICA"
En la segunda parte de su discurso, Park ha abogado por la "democratización económica" destinada a restaurar la clase media, ayudando a las pequeñas y medianas empresas y reduciendo el poder de los grandes conglomerados empresariales de Corea del Sur.
"Voy a hacer todo lo posible para forjar una Corea del Sur próspera y donde la felicidad sea sentida en todos los surcoreanos" concluyó.
Park (61) es la primera mujer que ocupa la Presidencia de Corea del Sur. Es la hija mayor del ex-dictador Park Chung Hee, que accedió al poder en 1963 mediante un golpe de Estado, y que mantuvo hasta 1979 cuando fue asesinado.