Un puesto reservado en la Plaza de San Pedro para asistir a la canonización de la madre Teresa de Calcuta y después un almuerzo a base de pizza napolitana ha sido el regalo que el papa Francisco ha hecho a 1.500 personas sin techo.

En un comunicado, el limosnero pontificio, Konrad Krajewski, ha explicado que el papa ha ofrecido esta comida para 1.500 personas necesitadas, sobre todo aquellas que duermen en los hostales de las monjas de Madre Teresa, y procedentes de Milán, Bolonia, Florencia, Nápoles y Roma con motivo de la canonización de la "santa de los más pobres entre los pobres".

Después han acudido dentro del Vaticano, en la plaza adyacente al aula Pablo VI para almorzar pizza napolitana y para ello se han llevado hasta el vaticano tres hornos de leña para prepararlas como requiere la tradición.

20 personas que trabajan en una pizzería napolitana han elaborado el almuerzo, que ha sido servido por 250 monjas de las Misioneras de la Caridad y 50 hermanos de la Caridad, las órdenes que fundó Madre Teresa, y otros voluntarios.

Además, Francisco ha querido instalar duchas, un peluquero, un barbero y un ambulatorio en los aledaños de San Pedro para que puedan ser atendidos las personas sin techo que viven en esta zona de Roma.