El pontífice dijo a los religiosos que sabe de su sufrimiento "como cuerpo presbiterial, junto con el Pueblo de Dios" por esos actos que él mismo calificó de "crímenes" esta en la reunión que mantuvo con los obispos estadounidenses.

A ellos les instó Francisco el miércoles a trabajar para que "no se repitan nunca más" esos actos durante los que denominó "momentos oscuros" de los últimos años en la Iglesia en este país.

"Soy consciente del valor con el que han afrontado momentos oscuros de su recorrido eclesiástico sin temer autocríticas ni ahorrarse humillaciones y sacrificios", dijo el papa en esa primera ocasión, pero sin citar explícitamente casos de abusos sexuales a menores.

El papa sí aludió en Nueva York más explícitamente a los casos de pederastia cometidos por miembros del clero estadounidense después de recordar a "los sacerdotes y consagrados de este país que, solo en el campo de la educación, han tenido un papel fundamental". Y ello, explicó, "ayudando a los padres en la labor de dar a sus hijos el alimento que los nutre para la vida".

El de San Patricio fue el primer acto de una agenda que, en Nueva York, tendrá un intenso programa, donde comenzará con la visita del pontífice a la sede de Naciones Unidas.

Allí será recibido por el secretario general de la organización, Ban Ki-moon y después pronunciará un discurso ante el personal de la ONU. Después Bergoglio se reunirá en privado con el presidente del Consejo de Seguridad, el embajador ruso Vitaly Churkin, y pronunciará un esperado discurso que dirigirá a los miembros de la Asamblea General.

La jornada continuará en la Zona Cero, donde el papa participará en el encuentro que, en ese lugar que recuerda los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, reunirá además a representantes de musulmanes y judíos.

Luego el papa acudirá a la Escuela Nuestra Señora Reina de los Ángeles, en Brooklyn, donde mantendrá un encuentro con niños y familias de inmigrantes; la jornada concluirá con la misa que el pontífice presidirá en el Madison Square Garden. Será el último evento de Bergoglio en Nueva York, puesto que al día siguiente tiene previsto volar a Filadelfia para asistir al VIII Encuentro Mundial de las Familias.