Más de 90 días viva de forma artificial
Obligan a mantener con vida a una mujer embarazada con muerte cerebral en Georgia (EEUU) debido a la ley antiaborto
Mientras tanto... La familia denuncia que no hayan tenido la posibilidad de decidir si querían interrumpir el embarazo. Los médicos decretaron la muerte cerebral de la mujer hace más de 90 días.

Resumen IA supervisado
En Georgia, Estados Unidos, Adriana Smith, una mujer embarazada de 30 años en estado de muerte cerebral, es mantenida con vida artificialmente debido a las restricciones estatales sobre el aborto. La ley de Georgia permite la interrupción del embarazo solo hasta la sexta semana, obligando a su familia a enfrentar esta situación sin opción de interrumpir el embarazo. Smith, quien sufrió coágulos de sangre en el cerebro, fue declarada con muerte cerebral hace más de 90 días. Organizaciones civiles y familiares critican la ley, argumentando que priva a las familias del derecho a tomar decisiones médicas sobre sus seres queridos. La madre de Smith describe la situación como una "tortura", ya que deben continuar con el soporte vital hasta que el feto alcance la viabilidad.
* Resumen supervisado por periodistas.
Mantienen con vida a una mujer embarazada de 30 años con muerte cerebral en Georgia, Estados Unidos. Organizaciones civiles y congresista han denunciado que las restricciones contra el aborto obliguen a la familia a tener que afrontar esta situación, sin darle la posibilidad de interrumpir el embarazo.
Los médicos confirmaron hace más de 90 días el deceso cerebral de Adriana Smith, una enfermera en Atlanta. Desde entonces, su familia debe mantenerle con vida de manera artificial, debido a que Georgia solo permite la interrupción del embarazo hasta la sexta semana, según la agrupación Reproductive Freedom For All (Libertard reproductiva para todos).
"Por la cruel prohibición del aborto en Georgia, la familia de Adriana Smith está viviendo una pesadilla. Las familias merecen la libertad de hacer sus propias decisiones sobre sus seres queridos", ha declarado la presidenta de la asociación, Mini Timmaraju.
Todo surgió cuando la joven acudió al hospital por un fuerte dolor de cabeza. En ese momento, los médicos le dieron el alta y le recetaron unos medicamentos. Sin embargo, esto no hizo efecto y un día más tarde su pareja se la encontró jadeando. Al llevarla de nuevo al médico, descubrieron que tenía coágulos de sangre en su cerebro y fue declarada su muerte cerebral.
La madre de la joven, April Newkirk, ha confesado a la televisión local WXIA-TV, afiliada de NBC, que desde entonces padece una "tortura" porque los médicos demandan que su hija siga respirando con ventiladores hasta cumplirse 32 semanas de gestación. Además, denuncia que cuando fue al hospital por sus fuertes dolores, no le hicieron ninguna prueba.
El Hospital de la Universidad de Emory decretó la muerte cerebral de Smith en febrero, cuando estaba de nueve semanas, y desde entonces permanece ahí porque quitarle los tubos respiratorios y otros aparatos mataría al feto.
La madre asegura que la familia no tiene poder de decisión porque después de 2022, cuando la Corte Suprema estadounidense revocó el derecho constitucional al aborto, Georgia tiene una ley que prohíbe interrumpir el embarazo desde el momento en que el embrión muestra actividad cardíaca, alrededor de las seis semanas.
"La 'Ley del latido del corazón' de Georgia no solo está quitando los derechos reproductivos, también está quitando los derechos básicos de las familias de tomar decisiones médicas por sus seres queridos", ha comentado la asociación Black Women's Health Imperative (imperativo de la salud de las mujeres negras) en una publicación.
La madre de la joven, rota, denuncia que además de quitarle el derecho a decidir qué era lo mejor para su hija, los médicos no tienen certezas de en qué condiciones nacerá el bebé. "Mi nieto puede ser ciego, puede que no pueda caminar. No sabemos si él vivirá una vez nazca", destaca.
Un dolor personal, que al menos se prolongará otro mes más, que también es económico, porque aunque decide el Estado, los gastos médicos tiene que costearlos la familia.